El gigantesco gasoducto que unirá a Venezuela, Brasil y Argentina puede comenzar a funcionar hacia finales de 2011 y demandaría una inversión de 15.000 millones de dólares, según los técnicos que participan en el diseño del proyecto y que ayer concluyeron su primera reunión en Buenos Aires. “Estamos apostando a bajos plazos y bajos costos. El objetivo es que este gasoducto esté operativo el 31 de diciembre de 2011. Tenemos un rango de entre 5 y 7 años, pero el objetivo es 5”, dijo el titular del ente regulador del Gas (Enargas), Fulvio Madaro.

Según Madaro, que actuó como vocero del grupo técnico trinacional, “el 80 por ciento del proyecto de prefactibilidad” del gasoducto ya está listo. El funcionario indicó que el ambicioso plan anunciado el pasado 19 de enero en Brasilia puede demandar una inversión de “unos 15.000 millones de dólares”, aunque aclaró que ese monto puede variar “porque aún hay aspectos no definidos”.

“Si los países acuerdan hacer una excepción impositiva sobre el gasoducto, el costo se reduce en 4000 millones de dólares”, señaló. El “gran gasoducto del sur” partirá de Puerto Ordaz (Venezuela), pasará a través de Brasil y llegará a la zona litoral de Argentina (San Jerónimo, Santa Fe), por un caño troncal de 8000 kilómetros de largo.

La idea es canalizar por esa vía la oferta exportable de gas que tiene Venezuela, calculada en unos 100 millones de metros cúbicos diarios. El primer borrador del proyecto perfilado en Buenos Aires será analizado en Río de Janeiro el 15 de febrero, y una tercera reunión de carácter técnico está prevista para el próximo 9 de marzo en Caracas, cuando el informe será elevado a los ministros de Energía y Minas de Brasil y Venezuela, y de Planificación de la Argentina. Para el mes de julio está previsto comenzar con los llamados a licitación para los estudios de impacto ambiental y desarrollo del proyecto de ingeniería.