“Ya es tarde.” Ese fue el diagnóstico sobre el conflicto de las papeleras que eligió el ex presidente Eduardo Duhalde, en el raid mediático que protagonizó ayer por varias radios desde San Pablo, donde pasa sus vacaciones. Luego de meses en silencio desde la derrota electoral de octubre pasado, Duhalde criticó el manejo de la controversia con el gobierno de Tabaré Vázquez. “A mí me surge otra reflexión: si son tan malditas las papeleras, ¿qué está pasando en nuestro territorio? Tenemos una docena de papeleras, ¿no tienen miedo de estar envenenando?”, se preguntó. Duhalde intentó mostrarse en paz con su ex socio político, el presidente Néstor Kirchner. Aunque, de todas formas, aclaró que nunca fueron amigos.

“Ya llegamos tarde para cualquier acuerdo y la sensación que tengo es que Uruguay ya no puede frenar, porque terminaría con el gobierno de Vázquez. Es una causa nacional que engloba al ciento por ciento de la clase política y el 99 por ciento de la población”, remarcó Duhalde, que repitió los argumentos que esgrime el presidente uruguayo. “Estos temas se resuelven en el momento oportuno, con diálogo. Se llega a un grado de confrontación por no conversarlo en ámbitos cerrados”, aseguró, en línea con las críticas de la oposición argentina. “No veo de qué manera hoy el gobierno uruguayo, aun convenciéndose de que está equivocado, puede retroceder”, analizó.

Duhalde se negó a ventilar otros “reparos” hacia el Gobierno. “Los reparos que yo pueda tener..., de ninguna manera voy a hacer referencias críticas al Presidente. Eso que lo hagan los que están en política”, insistió, para volver a decir que él está retirado. Duhalde sostuvo que eligió a Kirchner como candidato en 2003 porque “era el único nuevo de los que se presentaban”. Sin embargo, se ocupó de aclarar que nunca fueron amigos: “Nunca tuve amistad. Las amistades están vinculadas con mi niñez, con mi juventud. No hubo nunca una relación, en el sentido de una buena relación, una relación amistosa”, reveló. “Un hipotético fracaso de este gobierno sería mi propio fracaso”, completó, para minimizar sus críticas.

Por último, el ex presidente vio con buenos ojos el cambio de los planes Jefas y Jefes de Hogar, que pergeñó en su gobierno, por un subsidio con capacitación para reinsertar a los desempleados en el mercado laboral. “No se puede exigir que por 150 pesos una persona trabaje. Es una barbaridad”, abundó. Además, consideró que no existió un manejo “clientelístico” de los planes por parte de intendentes y punteros. “Es la gente de clase media, que supone que los pobres son zonzos y que votan a quienes les dan algo”, dijo el ex presidente, que aseguró que “es al revés”. “Cuando le tienen bronca, le votan en contra”, destacó Duhalde. Algo sabrá: en octubre, su esposa perdió por 20 puntos de diferencia en Lomas de Zamora.