Domingo, 14 de mayo de 2006 | Hoy
EL PAíS › EXCLUSIVO: REPORTAJE AL MINISTRO DE TRABAJO CARLOS TOMADA
Rompiendo un silencio de meses, el ministro defiende la doble indemnización, pide a los empresarios que cumplan las leyes, rescata a Moyano y aclara que fue Barrionuevo el que se sumó al proyecto oficial y no al revés. Además, anticipa una nueva baja de la desocupación y asegura que ahora, a diferencia de los ’90, el crecimiento económico se traduce en empleo y distribución de ingreso.
Por Diego Schurman
Entra como una tromba. Camisa blanca, corbata roja. Colores demasiados riverplatenses para un boquense sin estribos. “River participa más que Boca en la Copa Libertadores pero nosotros la ganamos más veces que ellos”, aclara su filiación Carlos Tomada. El ministro de Trabajo no juega de arquero, pero se ataja cuando le preguntan por la flamante alianza entre Kirchner y Barrionuevo. No es mediocampista, aunque considera que distribuir la riqueza es eje de la política del Gobierno. Tampoco es delantero, y sin embargo no tiene muchos reparos a la hora de las definiciones. Por ejemplo, cuando les pide a los empresarios menos queja y “mayor disposición” a cumplir la ley.
–¿A qué se refiere?
–A que la cuestión laboral está administrada y encauzada.
–Pero evidentemente no están conformes. Los reclamos son recurrentes, como por ejemplo sobre la llamada doble indemnización.
–El Presidente firmó un decreto por el cual hasta que la desocupación baje a un dígito la indemnización con recargo –aclaro que ya no es doble porque fue bajando– se mantendrá. Es una medida excepcional para una situación excepcional. Los empresarios saben que cuando todo tienda a normalizarse, progresivamente la indemnización se irá disminuyendo.
–Los empresarios también están preocupados por un paquete de leyes que el oficialismo impulsa en el Congreso.
–Nosotros estamos más preocupados porque se cumpla la ley que por la puesta en marcha de nuevas leyes. Lo que se propone son reformas de algún artículo pero no hay un paquete.
–¿Y cómo toma la inquietud empresaria ante reformas que impulsa Héctor Recalde, quien además de diputado kirchnerista es asesor legal de la CGT?
–Creo que los empresarios exageran. Son reformas de uno o dos artículos. Me parece que hay una sobreactuación sobre el tema. Nada más.
–Usted les diría que no se preocupen.
–Yo les pediría a los empresarios que no cumplen la ley, que la cumplan. Insisto: la cuestión laboral está administrada y encauzada. Hay una conflictividad normal, con negociaciones colectivas funcionando. Hoy lo que predomina en el mundo del trabajo es la previsibilidad. Hay negociaciones donde se discuten salarios, con montos previsibles. Lo que pasa es que la puja distributiva genera conflictos. Perdimos el hábito a una discusión en términos de mejora de la capacidad adquisitiva del salario. Antes no importaba la cuestión salarial. Y cualquier reforma para desmejorar la situación de los trabajadores probablemente resultaba una situación más amable para los empresarios.
–¿Por qué uno debe suponer que el trabajador va a estar mejor con este modelo?
–Porque este Gobierno ha hecho de la inclusión social un objetivo central. Para este Gobierno, el crecimiento económico es el crecimiento económico con empleo. No hay como en los ‘90 un crecimiento económico primero para que se produzca después un derrame. En todo caso hay un Presidente que más que esperar el derrame, lo provoca, lo estimula. Me parece que hay cierta habitualidad del lado empleador a que el crecimiento económico no tuviera estas características.
Foto y película
El mozo de la cartera laboral acerca el pedido del ministro. Un té con un sobrecito de azúcar. Tomada hace una pausa para endulzar y mezclar la infusión. Un vistazo alcanza para entender que la antesala de su despacho, donde se desarrolla la entrevista, no ofrece nada para distraerse más que una almidonada bandera argentina. El ambiente es sobrio y silencioso. Pero en otros pisos el ruido de las paritarias no cesa.
–¿El conflicto con los trabajadores tercerizados de subterráneos se resolvió?
–Nosotros comprobamos que parte de sus denuncias eran reales. Entonces llamamos a la empresa y les exigimos que esos trabajadores debían cumplir con el convenio colectivo de la UTA en términos salariales y de jornadas laborales.
–Es casi una norma que la tercerización sea un atajo para bajar costos.
–En Metrovías pasó. Y nosotros no vamos a permitir que se tercerice para la elusión, para poner condiciones de trabajo peores. Metrovías no puede tener 20 empresas subcontratadas. Entiendo que se subcontrate la seguridad, que es una actividad no propia de los subtes. Pero para lo demás tiene que cumplir el convenio y la jornada de UTA.
–¿Hay tercerizadas que las creó deliberadamente Metrovías para abaratar costos?
–(Se ríe y evita responder.)
–Bien, eso es un sí.
–Mire, nosotros no lo vamos a permitir. Las subcontratistas que continúen, que tienen que ver con la actividad de subtes van a tener que cumplir el convenio de UTA.
–Kirchner estaba encima de este tema... le soplaba la nuca, ¿no?
–(Se ríe.) Kirchner es un presidente que está atento a todos los conflictos. Cuando lo que está en juego es el bien común –y no es una frase trillada–, como en este caso, donde dos millones de ciudadanos no pueden transportarse, el Presidente se mete, interviene. Y eso es bueno porque la gente percibe que se ocupa de la situación del ciudadano de a pie.
–Le decía si no se sentía invadido.
–Al contrario, me siento respaldado.
–Digo, los grandes acuerdos se anuncian en la Rosada, como el aumento de las jubilaciones.
–Lo importante es que se ratificó la idea de que el crecimiento tiene que ser para todos. En los ocho aumentos dispuestos se priorizó a los sectores más postergados. Implica 3500 millones de pesos.
–Hubo muchos aumentos pero también hubo una inflación sostenida.
–(Sube el tono de voz.) ¡¿Usted piensa que estamos en el mejor de los mundos?! ¡¿Usted piensa que la foto es la foto que nos gusta?! Lo que está claro es que la película va en un sentido. Ninguno de los datos muy positivos que dan los indicadores sociales son para decir “cumplimos” o “terminamos nuestra tarea”. El Presidente siempre quiere más. Cuando mejora la recaudación vemos la manera de mejorar la distribución.
–En ese sentido, ¿por qué se posterga el llamado al Consejo del Salario si, por lo que usted dice, hay decisión del Gobierno de mejorar el salario mínimo, vital y móvil?
–Nosotros convocamos al Consejo después de 10 años. Ya se convocó dos veces y se va a volver a hacer pero aún no hay fecha.
–El mínimo está en 630 pesos. Se habla de un incremento de 100 pesos o más, ¿es así?
–(Sonríe.) Eso va a surgir del diálogo entre empleadores y sindicatos que integran el Consejo que preside el Gobierno. Pero yo hoy no le voy a decir lo que a mí me parece. Sí le indico que el incremento que allí se decida va a impactar en los sectores no registrados porque tiende a generar un deslizamiento de la mejora salarial. Todo mejora porque a su vez viene descendiendo el índice de desocupación. Antes todos tenían miedo a perder el trabajo. Hoy se está empezando a perder el miedo a perder el trabajo. Eso genera impacto en el trabajo en negro.
–Usted dice que no hay fecha, pero ya les pidieron a la CGT y a los empresarios que manden el listado de los representantes que concurrirán a la reunión del Consejo.
–Es verdad. Pero eso lo hicimos para actualizar la información.
–Le va a crecer la nariz.
–Nooooooo. En serio. Esa es la verdad. Mire, se lo digo sin vueltas: la reunión se va hacer pero se va a hacer el día que el Presidente diga “se va a convocar el Consejo”. Antes no.
Todos unidos en la plaza
Irrumpe la secretaria y traslada la urgencia en un papel rosa. “Uy, uy, se incendia todo”, exagera Tomada antes de eyectar de su silla. Pide paciencia y se va junto a su jefe de prensa, Diego Mandelman. Quince minutos después vuelve con cara de haber resuelto el entuerto pero no ofrece una mínima pista. “Sigamos”, propone luego de sorbo largo de té, a esa altura más parecido a un ice tea.
–Hablando de convocatorias, ¿no fueron desprolijas las negociaciones con el sector público?
–Hubo una conversación del representante del sector empleador, que es el jefe de Gabinete, con el principal gremio de la actividad, que es UPCN, y llegan a un acuerdo. Y luego se convoca a la paritaria para discutir lo que aceptó el gremio mayoritario. El minoritario es ATE, que no se conformó.
–Lo cierto es que CTA, la central a la que responde ATE, acusa al Gobierno de cerrar acuerdos con los sindicalistas de siempre, aquellos que se arrimaban al poder en los ’90, como el caso de Andrés Rodríguez de UPCN.
–Este Gobierno no cierra con los sindicalistas de siempre. Se descalifica el proceso de negociación colectiva del sector público. Y fue una negociación normal. UPCN es el gremio mayoritario y se llegó a un acuerdo con la mayoría. Es la dinámica normal de una negociación colectiva. En otros países en el sector público esto no existe. El Ejecutivo establece cuánto deben ganar los empleados públicos sin ningún tipo de paritarias. Esto es un mérito de UPCN y ATE, de los dos y no de uno solo.
–De todos modos, es verdad que el Gobierno ha rescatado a muchos dirigentes de estrecho vínculo con el menemismo, como Lingeri, ahora en el directorio de Aguas.
–Es el secretario adjunto de la CGT.
–Una cosa es la relación institucional, otra la personal.
–Tenemos relación con todos. En el conflicto del Garrahan tuvimos relación con ATE, que no es de la CGT sino de la CTA.
–No nos entendemos. Le pongo un ejemplo más crudo: el acuerdo del Gobierno y Barrionuevo.
–Eso pertenece al campo del acuerdo político. Y eso no tiene reflejo en la relación del Gobierno con los sindicatos. Barrionuevo es el secretario general de los gastronómicos. Y hemos tenido dificultades y acuerdos con ellos.
–Usted sabe del revuelo que se armó años atrás, en la primera reunión del Consejo del Salario, porque estaba la posibilidad de que Barrionuevo participara de él. En aquel momento Kirchner no quería esa foto.
–(Pone cara de pocos amigos.) Me parece sobredimensionar lo que se llama acuerdo. Yo no veo necesariamente la existencia de un acuerdo, en el término literal de la palabra, con Barrionuevo. En todo caso el Gobierno tiene una dirección. Y todos los que se suman a esa dirección, este Gobierno no expulsa, incluye. Lo importante es para dónde vamos.
–¿No le resulta paradojal que Moyano, el titular de la CGT, sea accionista del ramal Belgrano Cargas?
–¿Por?
–De ser el representante de los trabajadores pasa a ser patrón de un grupo de ellos, al menos de los trabajadores del Belgrano-Cargas.
–Ahí hay una visión de querer poner el sindicalismo en términos de patronal. Moyano va a intervenir en las políticas públicas de transporte. Pero no es que Moyano va a despedir trabajadores. El Belgrano-Cargas es vertebral en la economía argentina y estaba en situación de crisis terminal. El Gobierno lo relanza en el marco de una política de transporte. Y en esa política también entiende que debe opinar un sector que aporta recursos vía los subsidios. No es que Moyano pasa a la patronal. Tiene opinión política.
–Tiene voz y voto.
–Pero las decisiones no las toma Moyano. El porcentaje de acciones que tiene no es el mayoritario.
–Cierto, el mayoritario lo tiene Macri.
–... Creo que sí.
–Veo que el kirchnerismo tan mal entonces no se lleva con los Macri.
–Bueno, pero es el padre, no el hijo...
–Hablando de Macri, usted que es peronista porteño, ¿qué candidato le gustaría que lo enfrente en la Capital para jefe de Gobierno? ¿Telerman, Scioli, Bielsa, Lavagna?
–Ufff... falta tanto.
–No se haga el distraído. Estuvo en aquel acto en desagravio a Roberto Digón que no fue otra cosa que una vidriera para mostrar la candidatura de Scioli.
–(Se ríe.) Mire, y esto es en serio. Yo estuve ahí porque Digón fue el dirigente del primer paro a la dictadura. Y yo no me lo voy a olvidar nunca.
–¿Va a ir a la Plaza del Sí el 25 de Mayo?
–Sííííííííííííííí.
–A lo mejor se encuentra con Barrionuevo.
–No sé con quién voy a encontrarme. Yo sé que voy. ¿El dijo que va?
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.