EL PAíS
Los sueldos están en el sótano pero el ascensor sigue parado
En la primera reunión de empresarios, sindicalistas y la cartera laboral para discutir salarios no hubo acuerdo. El martes habrá otra.
Por Santiago Rodríguez
Todos dijeron estar de acuerdo, pero lo concreto es que en la reunión entre empresarios y sindicalistas que la ministra de Trabajo, Graciela Camaño, organizó ayer en esa cartera con el objetivo de consensuar una recomposición de los haberes del sector privado no hubo acuerdo, salvo para la redacción de un documento en el que las partes destacaron “la necesidad de recomponer el poder alimentario de los salarios”. El otro punto que se acordó fue realizar un nuevo encuentro el próximo martes para seguir discutiendo el tema. Los funcionarios de Trabajo confían en que entonces se pueda consensuar algún tipo de mejora en los sueldos, a pesar de que los representantes de los sectores del comercio y la construcción ya adelantaron que no están en condiciones de concederla.
Lo que está en discusión entre la conducción de la CGT oficial –la disidente de Hugo Moyano y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) rechazan la negociación y no fueron invitados a participar– es la posibilidad de establecer un aumento para paliar los efectos de la devaluación y la inflación sobre los salarios. La idea que los sindicalistas y Camaño tienen en mente es que se otorgue una suma fija de 100 pesos a partir del mes de julio. La recomposición contempla al sector privado, pero no a los estatales.
“Existe la voluntad de todas las partes para recomponer, en el marco del diálogo social, el poder alimentario de los salarios que se vio pulverizado con la devaluación”, explicó el secretario general de la CGT, Rodolfo Daer, y calificó como “positivo” el encuentro. Fue el sindicalista quien anunció también que “el martes a las 15, en la nueva reunión que tendremos en el ministerio, se propondrán los caminos para alcanzar la recomposición del poder alimentario y cualquiera de las respuestas será a partir del primero de julio”.
En Trabajo también se mostraron satisfechos por el clima del encuentro. “Cada sector planteó su posición con firmeza, pero se coincidió en que había que dar un aumento, y hubo mucho optimismo en cuanto a la posibilidad de llegar a un acuerdo”, explicaron, además de destacar que “es la primera vez desde el ‘93 que empresarios y sindicalistas se reúnen para hablar de salarios”.
Sin embargo, de los empresarios que participaron de la reunión con la conducción de la CGT oficial, los únicos que no hicieron mayores objeciones a un eventual aumento fueron los de la Unión Industrial Argentina (UIA). “Se está dialogando con espíritu constructivo”, subrayó el asesor de esa central empresaria Daniel Funes de Rioja.
El titular de la Cámara de Comercio, Jorge Di Fiori, planteó que “se cierran 100 negocios por día y de ahí la imposibilidad de incrementar salarios más allá del legítimo reclamo” y otro tanto dijo el representante de la Construcción, Gregorio Chodos. El responsable de la CAME, Osvaldo Cornide, también señaló que “hay sectores que no podrán hacerle frente”. Y el representante de la Asociación de Bancos de la Argentina, Julio Gómez, se escudó en que debía consultar el tema con sus “mandantes”.
En lo que nadie puso reparos fue en firmar el documento donde todos coincidieron que “ante la grave crisis que atraviesa el país” es “indudable que la recuperación de la actividad económica y del ingreso alimentario, constituye una preocupación común para los trabajadores y empresarios”. Se sabe que una cosa es decir y otra muy distinta es hacer.