“¿Ustedes no saben que hay dos bandos y que al nazi hay que eliminarlo ya?”, fue lo que dijo José Walter Mansilla Alarcón en su declaración en la comisaría 4ª de Río Gallegos y en presencia de funcionarios judiciales. Mansilla Alarcón era el agente de una empresa de seguridad que el sábado estrelló un camión –yendo de contramano y a toda velocidad– en un árbol frente a la casa del presidente Néstor Kirchner en Santa Cruz, el “nazi” al que hizo referencia en su declaración. El ministro del Interior, Aníbal Fernández, contó que el examen psiquiátrico reveló que Mansilla Alarcón, quien permanece detenido, “está ubicado en tiempo y espacio y entiende la peligrosidad de sus actos” y que no cumplió con su objetivo de estrellarse contra la vivienda únicamente porque no supo dominar un camión con acoplado. Por eso, tanto el gobierno nacional como el de Santa Cruz interpretaron que el intento de Mansilla Alarcón fue “un atentado” y responsabilizaron por el hecho a los dirigentes nacionales y provinciales “que le dan manija al conflicto docente”, al decir de Fernández.

El hecho se produjo en la mañana del sábado. Como agente de la empresa de seguridad Fortaleza, Mansilla Alarcón, de 34 años, trabajaba de custodia del hipermercado Tehuelche. Mientras descargaban mercadería, sin decirle nada a nadie, Mansilla Alarcón se subió a un camión con acoplado Scania y salió de allí a toda velocidad. Emprendió una alocada carrera en la que chocó varios autos y atropelló a una mujer, Eliana Maraboli, quien ayer continuaba en grave estado. Además, quedaron otros cinco heridos, todos conductores o pasajeros de los autos que tuvieron la mala fortuna de cruzarse en su raid.

Mansilla Alarcón tomó la calle Maipú a contramano y fue hasta 25 de Mayo, donde queda la casa del Presidente. La vivienda estaba vacía, y Kirchner y su mujer en la Quinta de Olivos, pero al parecer el conductor no lo sabía. Al llegar frente a la casa hizo una brusca maniobra para embestirla pero, según explicaban ayer en la Casa Rosada, no supo doblar un camión de semejante porte con acoplado. Le hizo un “efecto tijera” y terminó volcando en la vereda de enfrente.

En un primer momento, en el gobierno provincial imaginaron que se trataba de un accidente provocado por un desequilibrado y le restaron connotaciones políticas, más allá de la casualidad de que se hubiera producido frente a la casa del Presidente. Pero esa primera impresión cambió luego de conocer la declaración del detenido, del allanamiento a su casa y el resultado de las diferentes pericias.

Entre las pertenencias de Mansilla Alarcón, en su casa encontraron un dibujo con el frente de la casa de Kirchner, lo que, según los funcionarios, habla de una predemeditación en el acto.

Por otro lado, los informes periciales preliminares indicaron que “por el recorrido, itinerario, medio empleado, por su porte y la velocidad con la que se manejaba” las intenciones de Mansilla Alarcón era la de concretar un acto delictivo. Según el informe de Gendarmería, el hombre “comprendía claramente la criminalidad del acto y estaba ubicado en tiempo y espacio” por lo que no se puede incluir “la figura del trastornado mental”. “Para los peritos fue un atentado, el objetivo era atentar contra la casa del Presidente”, sostuvo Aníbal Fernández.

No sería el único acto intimidatorio sufrido por el Presidente y su familia en los últimos tiempos. Según revelaban ayer en la Casa Rosada, la madre del Presidente, María Juana, de 85 años, vendría recibiendo amenazas telefónicas desde hace unos veinte días.

Mansilla Alarcón, según los informes que difundió el gobierno de Santa Cruz, suele participar de las marchas opositoras en la provincia y en los actos de los docentes. Aníbal Fernández culpó de su accionar a la dirigencia opositora. “Responsabilizo por esto a todos aquellos políticos que creyeron que de esta manera se podía hacer oposición al Presidente. Y Argentina ya no está para este tipo de berretadas”, manifestó.

Una vez conocido el hecho y la interpretación que le dieron el Gobierno nacional y el provincial, una larga lista de gobernadores, legisladores y funcionarios salieron a solidarizarse con el Presidente. Quien fue más lejos fue el gobernador de Santa Fe, quien sostuvo que “los peronistas estamos preparados para defender a Kirchner ante cualquier ataque”.