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La situación económica del país, las investigaciones por los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA y la normalización del Instituto Nacional contra la Discriminación, el Racismo y la Xenofobia (Inadi) fueron algunos de los temas que los dirigentes de la comunidad judía trataron con el presidente Eduardo Duhalde en la reunión que mantuvieron ayer en la Casa de Gobierno. Allí, Duhalde se comprometió a tratar como “una cuestión de Estado” las pesquisas sobre las explosiones de 1992 y 1994. Los miembros de la DAIA y la AMIA se mostraron satisfechos con la entrevista aunque el presidente de esta última institución, Hugo Ostrower, no dejó de recordar que “ha pasado mucho tiempo y tenemos muy pocos resultados” sobre los atentados.
Duhalde, que recibió a los jefes comunitarios acompañado del secretario de Culto, Esteban “Cacho” Caselli, se reunió primero con los representantes de la DAIA encabezados por su presidente, José Hercman. Los dirigentes de la comunidad judía pidieron que el Poder Ejecutivo respalde las investigaciones sobre los atentados. Y se preocuparon por aclararle al Presidente que “la institución no tiene motivos para dudar de su compromiso en la búsqueda de la verdad”.
Esta explicación fue realizada debido a que la abogada de la DAIA en el juicio por el atentado a la AMIA, Marta Nercellas, había declarado que se encontraba en “estado de alerta” por la llegada de Duhalde a la Presidencia, ya que en el proceso están siendo juzgados el ex comisario Juan José Ribelli y otros ex policías bonaerenses. La abogada afirmó que temía que un grupo de la que el ahora Presidente calificó como la “mejor policía del mundo” cuando era gobernador de la provincia de Buenos Aires pueda darle ayuda a los acusados. Justamente ayer, la defensa de Ribelli reclamó que Duhalde sea citado como testigo (ver aparte). Hercman señaló que el Presidente prometió “bajar las órdenes necesarias” para que las fuerzas de seguridad y la Unidad de Investigación Especial, que depende del Ministerio de Justicia, presten su colaboración para dilucidar los atentados. Y en una conferencia de prensa que ofrecieron luego los dirigentes, Ostrower recalcó que la investigación sobre la explosión a la AMIA, ocurrida hace más de siete años, arrojó hasta ahora sólo “avances muy precarios” y volvió a reclamar una tarea “más profunda” que permita echar luz sobre los verdaderos ideólogos y autores del crimen.
Después de la charla privada con la DAIA se sumaron a la reunión oficial miembros de la AMIA y rabinos de diferentes corrientes, entre ellos el gran rabino Salomón Benhamu Anidjar. El Presidente hizo una introducción sobre las dificultades que traviesa su gobierno y en un clima informal, el resto de los participantes sumó su comentario. “Se reconocieron los problemas y se hizo constar que estamos a disposición del Gobierno; cuando esta en juego el destino de la Nación no miramos el color del gobierno”, aseguró a este diario Ostrower. Los dirigentes de la comunidad judía manifestaron su apoyo a la concertación convocada por el Gobierno y expresaron que eran parte de un pueblo con una larga historia de lucha contra las dificultades y la opresión y con experiencia en situaciones difíciles.
La DAIA también le comunicó a Duhalde su inquietud por la situación del Inadi, donde la institución comparte el directorio con la Federación de Entidades Arabes de la Argentina y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos. Pero aún no hay un funcionario nombrado para hacerse cargo del organismo. Los dirigentes solicitaron, además, la reglamentación de la ley que creó el instituto.
Mientras el Presidente se reunía con los miembros de DAIA y AMIA, otros dos representantes de la primera institución, los vicepresidentes Jorge Kirszenbaum y Aldo Donzis se reunieron con el nuevo jefe de la Policía Federal, Roberto Giacomino, para abordar el tema de la seguridad en las instituciones judías.