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El precandidato presidencial Adolfo Rodríguez Saá volvió a dar muestras de lo amplio que es el espectro que abarca su embrionario movimiento político. Una semana después de haber sumado al ex líder carapintada Aldo Rico y al camionero Hugo Moyano, ayer se reunió con el dirigente del Movimiento de Jubilados y Pensionados, Raúl Castells, quien cumple prisión domiciliaria. Al compás de su sostenido ascenso que registra en las encuestas, Rodríguez Saá ahora da muestras de querer competir dentro de la estructura partidaria. “Voy por adentro del PJ”, adelantó a la salida de la reunión. Y dijo que las internas “se perfilan fáciles”.
Cerca de Rodríguez Saá decían que el encuentro lo había pedido Castells, pero en el entorno del dirigente de los desocupados daban la versión contraria. Como sea, la reunión se hizo ayer a las 11, en el local que Castells tiene en la localidad de Villa Albertina, en Lomas de Zamora, donde permanece detenido bajo una capciosa acusación de extorsión.
El ex gobernador de San Luis llegó junto a unas veinte personas, incluyendo dirigentes gremiales como el judicial Julio Piumato, cercano a Moyano. Castells lo esperaba acompañado de un centenar de militantes de su movimiento. Según trascendió, cuando la comitiva comenzó a transitar las humildes calles de Villa Albertina, Rodríguez Saá cambió el lujoso automóvil de vidrios polarizados en el que se trasladaba por una más corriente camioneta Trafic.
“Saludamos el gesto de Rodríguez Saá de venir a estos barrios en el sur del Gran Buenos Aires a visitarnos”, lo recibió Castells. Los dos dirigentes intercambiaron frases obsequiosas y poco más. Rodríguez Saá se comprometió a participar de la marcha que está organizando Castells para el 11 de octubre próximo, cuando debe ir a declarar a los Tribunales de Lomas de Zamora.
Con todo, luego, Castells aclaró que el encuentro y aun una marcha conjunta no significa su apoyo a la precandidatura del puntano. El dirigente de los jubilados se calificó como “un socialista ateo político” y partidario de la consigna “que se vayan todos”. “Agradecemos intensamente la visita de este hombre”, puntualizó Castells, en referencia a Rodríguez Saá. “Pero nosotros no somos prostitutos, ni punteros políticos, ni nos alquilamos; seguimos siendo independientes”, agregó.
Un operador cercano a Rodríguez Saá no veía nada extraño en que su candidato se reuniera una semana con Rico y la otra con Castells. El hecho es doblemente curioso porque ambos tienen una historia común: Castells consiguió cierta fama cuando empujó a Rico en la entrada del Congreso, el ex teniente coronel se resbaló y se rompió dos dientes. “Hay que aprender a convivir en una Argentina nueva, lo de separar izquierda y derecha forma parte de los viejos códigos”, explicaba el operador el pragmatismo de la propuesta de Saá. En su lógica, todos adhieren a la misma política “revolucionaria” del ex gobernador de San Luis porque suscriben a los 15 puntos que condensan su propuesta.
Por otro lado, resultó evidente que Rodríguez Saá cambió su posición respecto de la interna justicialista. Hasta la semana pasada, la intención del puntano era jugar por fuera de la estructura del PJ, escudándose en la supuesta falta de garantías para ir a una compulsa contra el ex presidente Carlos Menem y José Manuel de la Sota, quien cuenta con las simpatías del Gobierno. Sin embargo, ahora que aparece primero en muchas encuestas, Rodríguez Saá estaría modificando su punto de vista. En las cercanías del puntano imaginan que en la próxima semana muchos dirigentes peronistas comenzaran a acercárseles, interesados en sumarse a los apoyos de un potencial candidato ganador.
“El crecimiento de las encuestas en la provincia de Buenos Aires es lógico, porque es fruto de una propuesta válida”, sostuvo Rodríguez Saá, que en todo momento trató de mostrarse ganador. Así, dijo que será el “único candidato del peronismo” ya que participará de las internas del 24 de noviembre “por dentro del PJ”. “Si bien no son transparentes, se perfilan fáciles”, opinó sobre las internas.