EL PAíS › EL JUICIO POLITICO A LA CORTE SIGUE PENDIENTE
“Duhalde no me comentó nada de eso”
”¿De qué prueba de amor me habla? Yo estuve hablando largo y tendido con (Eduardo) Duhalde y no me comentó nada de una supuesta preocupación suya por el juicio político a la Corte Suprema”, respondió a este diario un dirigente con llegada directa al principal inquilino de la Casa Rosada. El justicialista también descartó que la acusación contra los nueve magistrados pueda llegar al recinto de la Cámara baja en un corto plazo. Es más, en un rapto de sinceridad, admitió que “esto no lo puede resolver este gobierno”.
En un primer momento el peronismo parlamentario se había autoimpuesto el 14 de agosto como fecha límite para tener resuelto el juicio a los cortesanos. Para esta semana el PJ ya tiene en agenda más conflictos que los que puede asimilar. De haber sesión mañana lo esperan dos proyectos sobre los que hay una fuerte interna dentro de su bancada: el que propone fijar límites en los regímenes especiales, popularmente denominados como jubilaciones de privilegio y la legislación sobre los medicamentos genéricos.
Consultado por Página/12, un destacado miembro del bloque oficialista aseguró que “no sería conveniente” llevar al recinto el dictamen contra los cortesanos. Lo dijo luego de asegurar que, de cualquier manera, “ante la opinión pública quedará la idea de que hay una componenda institucional”. Según su análisis, quedaría flotando en el aire la sospecha de que la Corte le daría al Gobierno un fallo favorable en el tema de los recursos de amparo que drenan los depósitos acorralados, y éste le devolvería el favor ayudando a archivar los cargos contra ellos.
No son pocos los legisladores del oficialismo que coinciden en afirmar que el actual gobierno no está en condiciones de llevar adelante el proceso contra los miembros del tribunal. Sin embargo, mañana el menemismo volverá a llevar el tema a la reunión del bloque peronista. Sí, como viene sucediendo durante los últimos encuentros, la reunión vuelve a repetir el voltaje de los últimos plenarios de bancada, es probable que la sesión parlamentaria pase para el jueves.
Aunque originariamente el radicalismo había propuesto una sesión especial para el pasado 3 de julio, ante la posibilidad de ser sospechados de que con esta movida podrían facilitar que la acusación termine siendo archivada, por el momento no aparecen dispuestos a ayudar a formar quórum. Igualmente dentro del bloque de la UCR hay tantas divisiones como dentro del PJ. En ambos, sus conducciones darían “libertad de conciencia” a sus integrantes. Una manera de sobrellevar sin rupturas las fuertes internas que dividen a los diputados de los dos partidos mayoritarios. Quienes respaldan la acusación necesitan el voto favorable de los dos tercios para poder aprobarla. Tarea improbable de lograr por estos días.