El presidente Néstor Carlos Kirchner comenzó su largo adiós. En la inauguración de un hotel en Santa Cruz, aseguró que “la verdad que cuando dicen que uno se acostumbra, se acostumbra (a ser presidente), pero el 10 de diciembre me tengo que ir, ésta es la realidad concreta para que venga una gran presidenta como Cristina”. Kirchner, quien no ahorró elogios hacia su esposa-candidata, le respondió al ex gobernador Sergio Acevedo, quien rompió lanzas definitivamente con el kirchnerismo, cuando cuestionó la extensión de las concesiones a las petroleras en la provincia del Presidente. “Si yo tuve que gobernar sin el respaldo de la Nación, ¿cómo puede ser que alguno con el 3000 por ciento más de inversión no haya podido gobernar esta provincia? Es inexplicable”, dijo Kirchner.

Los elogios a Cristina Fernández de Kirchner, que acompañó a su marido al acto, se multiplicaron en el discurso presidencial en la ciudad de Los Antiguos: “Con Cristina en la presidencia se van a seguir profundizando las inversiones. Saben lo que Cristina ha puesto por esta provincia y lo hará por todo el país”, dijo el Presidente, quien pidió que en la provincia se vote a los candidatos que “tengan diálogo directo” con el gobierno nacional. Kirchner reiteró que la primera dama “profundizará el cambio” y destacó: “Voy a ayudar desde la calle como buen soldado que soy”.

Luego criticó a su ex aliado Sergio Acevedo, quien renunció a la gobernación en disidencia con el gobierno nacional. Lo reemplazó Carlos Sancho, quien también dimitió en medio de un conflicto con los docentes, lo que forzó a Daniel Peralta a reasumir su cargo de diputado provincial, ser elegido vicepresidente primero y asumir como gobernador de urgencia.

Acevedo, quien mantuvo silencio desde entonces, finalmente anunció que se alejaba del kirchnerismo, ya que “no había cambiado la matriz de los noventa”. Lo hizo cuando salió a cuestionar la extensión de las licencias a las petroleras, que tenían una concesión hasta 2017. El gobierno provincial proyecta ampliarlas por diez años, con opción de veinte más en un sistema mixto.

“A algunos les molesta que traigamos plata”, lo fustigó Kirchner, quien lo comparó con su gestión provincial y la de su antecesor Arturo Puricelli. “Nunca abandonamos la lucha”, dijo. También le apuntó al candidato radical Alfredo Martínez, de quien dijo que como senador “vota en contra de la provincia” en el Congreso nacional. “Me duele que alguien que represente los intereses de Santa Cruz vote en contra de su provincia”, dijo Kirchner y elogió en cambio a “radicales, peronistas, socialistas” que la respaldan.

Peralta se sumó a las críticas. Sostuvo que existe en su provincia una “gigantesca operación” para deslegitimar al Presidente y a su esposa. “A los trabajadores y dirigentes sindicales les pido que no se dejen engañar”, dijo, en lo que pareció un mensaje para los trabajadores de SOMU, en conflicto en Puerto Deseado. Aseguró que los disturbios en esa ciudad fueron producto de “un grupito de vándalos” que quería “empañar la visita de Cristina a España”, ya que los empresarios pesqueros son españoles.