La Justicia federal empieza a peritar las llamadas telefónicas del piquetero Daniel Rodríguez, desde los días previos a la toma del Ministerio de Desarrollo Social bonaerense hasta el día de su detención. El juez Luis Armella intenta saber así cuáles fueron sus contactos antes y después de la toma. También peritará computadoras y explosivos mientras se dispone a firmar el procesamiento por acopio de armas de guerra.

Tras el primer procesamiento de Rodríguez, confirmado el viernes pasado por la Sala II de la Cámara de Apelaciones de La Plata en la toma del ministerio, el dirigente piquetero del MP 29 de Mayo ahora espera la resolución por el acopio de armas de guerra, en manos del juez Armella, que definiría la situación esta semana.

Mientras, el juez avanzará sobre las pericias. La llamadas que hizo o recibió Rodríguez antes y después de la toma serán uno de sus ejes porque cree que pueden arrojar nuevos indicios (“y no pruebas”, aclaran en la Justicia) de sus contactos. Desde los primeros días, Armella cree que el MP 29 de Mayo prestaba distintos tipos de servicios a sectores políticos a cambio de dinero, por lo general. En esa línea se inscribiría la toma del ministerio: cree que el MP 29 de Mayo “no va gratis”. Su juzgado pedirá informes de las cuentas bancarias donde la organización recibía el depósito del dinero de Planes Sociales de Nación y las líneas de créditos. Y también las transferencias.

Además, el juez citará a un ex candidato a intendente de Berazategui que habría contratado al MP 29 de Mayo en otra ocasión.

Lejos de ahí, la ausencia de Paola Natalia Tarroza preocupó ayer a los referentes piqueteros del conurbano. Su familia le perdió el rastro en un episodio confuso el sábado a las 6, a la salida de La Mira, un boliche muy popular ubicado en Quilmes. En la puerta hubo una escaramuza de la policía que se enfrentó con alguno de los jóvenes. La hermana y la amiga de Natalia volvieron a su casa, sin saber si ella quedó perdida en ese revuelo. Al mediodía, un vecino recibió un llamado de ella, dijo que estaba cautiva y al cuidado de una mujer y que luego volvería a llamar, pero no lo hizo. Finalmente, cerca de la medianoche, las organizaciones informaron que Paola había reaparecido.