Desde París

La Plaza es de las Madres. Una consigna que se trasladó a París pero oficialmente y con nombre propio. Porque desde ayer una plaza ubicada al lado del río Sena, frente al puente Mirabeau, en el distrito XV de esta ciudad, lleva el nombre Jardín Madres y Abuelas de Plaza de Mayo. La inauguraron ayer a la mañana la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el alcalde de París, Bertrand Delanoë, ante la presencia de Estela de Carlotto, de Abuelas de Plaza de Mayo, Marta Ocampo de Vázquez, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y unas 500 personas más que siguieron el acto.

La plaza lucía impecable, con un sauce en esplendor y un césped húmedo porque acababa de derretirse la nevada que cayó aquí durante la madrugada. El sol que reapareció por un rato le daba más esplendor.

Luego de que una banda municipal interpretara los himnos nacionales de Argentina y Francia, el primero en hablar fue Philippe Goujon, alcalde del distrito XV, que pertenece a la derecha francesa y está alineado con el presidente Nicolas Sarkozy. Goujon elogió la lucha de Madres y Abuelas durante la dictadura y dijo que son un ejemplo de valor y coraje.

Le siguió Delanoë, alcalde de París desde 2001, reelección incluida. Es hoy la figura más poderosa del Partido Socialista francés y aquí pronostican que puede ser el próximo secretario general y quedar en primera línea para ser candidato a presidente en 2012. Delanoë, por supuesto, exaltó la figura de las Madres y las Abuelas, recordó que Francia siempre estuvo a su lado y se deshizo en elogios a la política de derechos humanos del gobierno de Néstor Kirchner y de la actual presidenta.

Por último habló la Presidenta. Comenzó recordando la marcha del día anterior por la liberación de Ingrid Betancourt, que ella encabezó. “Sentí, más allá de las convicciones, que estaba devolviéndole algo de todo lo que París y Francia nos había dado”, señaló.

Después, señalando a Carlotto y Vázquez, dijo que “a pesar de todo lo que sufrieron, nunca tuvieron un gesto de violencia ni de venganza”.

“Mujeres que con un pañuelo blanco en la cabeza enfrentaron una dictadura sangrienta. Eran mujeres que no venían de la política, nunca habían tenido una participación política y lucharon con coraje por la libertad y la democracia.”

Finalmente, afirmó que los derechos humanos no pueden ser de izquierda o de derecha, no puede haber cuestiones ideológicas de por medio cuando están en juego los derechos humanos. “No se puede ideologizar, porque estamos hablando del respeto por la condición humana.”

Luego, Cristina Fernández, Delanoë, Carlotto y Vázquez descubrieron la placa con el nombre de la plaza. De pronto, comenzó a sonar música de Astor Piazzolla, el bandoneón de Juan José Mosalini con la banda municipal que lo seguía. Y la fría primavera parisina fue por un ratito Verano Porteño.