Como ocurrió varias veces a lo largo de los últimos 86 días, el Gobierno esperará a que las cámaras agropecuarias cesen con el lockout y muestren una actitud dialoguista para convocar a una reunión. De todas maneras, en la Casa Rosada consideran que los reclamos de los ruralistas fueron cambiando durante el conflicto y que ya se revieron algunas medidas en el sentido que pedían los productores agropecuarios. La eventual convocatoria, entonces, sería para tratar temas de fondo de la política agropecuaria a mediano y largo plazo –que podrían ser incluidos en el demorado acuerdo del Bicentenario– y no para discutir la eliminación de las retenciones móviles.

La Casa Rosada hizo saber que no concurrirá a la convocatoria que hizo para el lunes el defensor del Pueblo, Eduardo Mondino. “Es un disparate. El Estado no es un sector, ni estamos discutiendo una paritaria”, dijo anoche a PáginaI12 un alto funcionario del Gobierno.

De todas maneras, en los despachos oficiales se aseguraba que si los productores agropecuarios “no salen con nada raro” el mismo lunes o a más tardar el martes, el Gobierno volverá a citarlos para dialogar.

El temor a que “salgan con algo raro” al que hacían referencia los portavoces tiene una referencia concreta. Les llama la atención que hayan resuelto suspender el lo-ckout para asistir a la convocatoria de Mondino, sabiendo de antemano que el Gobierno no iría.

En la Casa Rosada esperan que esto “no sea una nueva chicana” para concurrir a la Defensoría del Pueblo, recién allí darse por enterados de que el Poder Ejecutivo no enviará ningún representante y, en consecuencia, ofenderse y tener una nueva excusa para continuar con el lockout. “Sería una jugada infantil, porque dejaría en evidencia que no quieren aceptar que no son pares del Estado y que no quieren dialogar, pero con esta gente nunca se sabe”, señaló a este diario una fuente.

El Gobierno evalúa abortar esa posible jugada con una citación para el mismo lunes. Eso es lo que se analizará este fin de semana en Olivos, atendiendo además a los dichos y los hechos que produzcan los ruralistas en estos dos días.

Si se superan todas estas instancias tácticas, la pregunta que cae por peso propio es sobre qué van a dialogar una vez que estén sentados frente a frente. Para responderlo hay que volver a aquella reunión del 6 de mayo, donde se barajaron las medidas que luego anunció el Gobierno unilateralmente, pero donde no se pusieron de acuerdo en cómo comunicarlo para evitar que alguno de los dos cargue con el mote de vencedor o vencido. De allí que Eduardo Buzzi declarara que el Gobierno había reconocido que las retenciones móviles fueron un error y que el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, lo desmintiera. Luego los ruralistas volvieron al lockout y al reclamo inicial de retrotraer la situación al 11 de marzo, antes de la resolución que impuso las retenciones móviles.

Como están planteadas las cosas, los empresarios del campo quieren discutir las retenciones móviles. Para el Gobierno ése es un tema terminado y quiere discutir una política integral para el sector que se sostenga en el tiempo.