EL PAíS • SUBNOTA › LA GRESCA EN UN PIQUETE DE ROSARIO REPERCUTIó EN EL HUMOR DE LA CITY
Las operaciones en el mercado mayorista se agitaron cuando la televisión empezó a mostrar los empujones entre camioneros y productores en la ruta. Finalmente, sólo subió un centavo. La cotización al público quedó en 3,09 pesos.
El mal clima que se generó a partir de las agresiones entre camioneros y productores, en Rosario, tuvo también su correlato en la plaza cambiaria porteña. No bien aparecieron las primeras imágenes de la gresca, el recinto se colmó de compradores buscando un refugio en la divisa estadounidense. Ni siquiera la intervención del Banco Central logró parar la suba del billete, que cerró en el segmento mayorista un centavo por encima de la víspera, a 3,070 pesos por unidad. El resto del mercado, en baja. Los bonos, sin compras oficiales, quedaron a la deriva, y las acciones sufrieron pérdidas, aunque acotadas por los papeles vinculados con el sector petrolero. Estos últimos se vieron favorecidos por un barril de crudo que ganó casi diez dólares, hasta los 139.
A casi tres meses de iniciado el conflicto agropecuario, el humor de los operadores está más que sensible. Un ejemplo fue la jornada de ayer: los disturbios mostrados en algunas pantallas del parqué cambiario, sintonizados con servicios informativos, bastaron para que los operadores salieran a cubrirse “de lo que fuera” con el dólar. El cambio de escenario fue en los minutos previos al cierre de la rueda, y se sumaron todos a la ola compradora.
“La violencia del paro generó mucha intranquilidad en el mercado y no lo pudo parar ni el Central”, dijo a PáginaI12 Fernando Izzo, responsable de ABC Mercado de Cambios. El dólar subió 0,25 por ciento en el segmento mayorista. Al público, cerró sin cambios en 3,09 pesos para la venta y 3,06 para la compra. Así, el billete estadounidense cierra la semana a los mínimos del último año y medio. No obstante, en los primeros negocios del lunes los operadores encontrarán un dólar tomador (el mejor precio para la venta cerró la semana en 3,080 pesos).
La entidad que preside Martín Redrado volcó unos 100 millones de dólares en el segmento mayorista, sin poder detener la suba, y 100 más con leves resultados en el mercado a término. El saldo fue una nueva caída en el nivel de reservas, que se ubicaron en 48.401 millones de dólares. Al igual que anteayer, el organismo salió a vender dólares físicos a una cotización más alta que a futuro. “Hoy se posicionó vendedor en 3,054 en el spot y a 3,051 a futuro”, explicó Izzo. El resultado fue una baja generalizada en toda la tira de contratos a futuro, de junio a diciembre.
La intervención de ayer volvió a ejercer una presión adicional sobre las tasas de interés. Tanto pequeños como medianos ahorristas accedieron a una tasa de hasta 12,23 por ciento anual. Los grandes inversores que inmovilizan un millón de pesos o más son tentados con rendimientos anuales cercanos al 17 por ciento.
En el mercado, los precios tuvieron un condimento distinto. Las acciones se vieron favorecidas por la suba internacional en el precio del petróleo, que alcanzó un nuevo record en los 139 dólares. “El contexto internacional no ayudó demasiado. Por un lado, record del crudo, pero, por el otro, siguen llegando mal los datos de empleo en los Estados Unidos”, consideró, en diálogo con este diario, Mariana de Mendiburu, analista de Compañía Inversora Bursátil. El tan esperado dato mostró una caída de 49.000 puestos de trabajo, evidenciando el mayor salto en más de dos décadas, al llegar a 5,5 por ciento.
Los papeles ligados al sector energético suavizaron la caída del MerVal, el cual se retrajo 0,45 por ciento, hasta las 2179 unidades. El mayor retroceso correspondió a las acciones del Grupo Financiero Galicia, con un 4,49 por ciento, mientras que el avance más significativo de la jornada lo condujo Petrobras Energía Participaciones, con 3,59.
En renta fija pasó lo que descontaban los operadores. El BCRA, abocado a mantener el dólar, se ausentó como comprador de títulos públicos, y los bonos en pesos se desplomaron. “Durante la semana, estos papeles estuvieron apuntalados por el Central. Ayer no estuvo y se cayeron. Era lo que se esperaba, mientras siga el conflicto del campo”, dijo De Mendiburu.
Ante la falta de una demanda genuina, los bonos reflejaron el mal humor de la city, con bajas en prácticamente todas las emisiones. El cupón atado al PIB resultó uno de los instrumentos más afectados por el embate de las ventas y quedó 3 por ciento por debajo de la víspera, mientras que el Discount y Par en pesos cedieron 2,61 y 3,12 por ciento, respectivamente.
Una de las entidades que representa a las pymes manifestó su preocupación por la continuidad del conflicto del campo y alertó sobre el peligro de desabastecimiento que conlleva. La Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas consideró, en un comunicado, que el agravamiento del lockout rural pone en peligro la institucionalidad e insiste en que para mejorar el actual modelo económico “debe necesariamente profundizarse hacia la redistribución de la riqueza”. Según el sector, la situación está perjudicándolos, porque no pueden permanecer varios días sin producir y ven disminuir su rentabilidad. La entidad apunta contra la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales, a quienes responsabiliza de dirigir “un golpe institucional para reimplantar el modelo neoliberal”. El escrito aboga por la necesidad de que el Gobierno “establezca una metodología para discutir y acordar políticas con todos los sectores productivos”.
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