EL PAíS › EL TESTIMONIO DE CHICOS Y CHICAS CARTONEROS
“No hay plata para forros”
Por Mariana Carbajal
“Cuando me hablan de futuro, ¿de qué me están hablando? ¿De hambre? ¿De desocupación?...” La frase está escrita en uno de los afiches que un grupo de alumnos del ENET Nº8 de Villa Fiorito, partido de Lomas de Zamora, presentó en las XXI Jornadas de Adolescencia organizadas por el Hospital Zubizarreta, para mostrar cómo la crisis les está pegando a ellos que están entre “las 6 de cada 10 personas categorizadas como pobres en el Conurbano”.
Los posters impactan por su crudeza, porque hablan sin eufemismos de la situación de la juventud de Fiorito, que es la misma de otros barrios pobres del Conurbano. “Quisimos mostrar nuestra realidad y la de nuestros compañeros y amigos”, contó Nicolás Sánchez, de 16, de 1º del Polimodal, en uno de los salones del Centro Cultural San Martín. Los posters contaron que los pibes recurren a la droga para “pasarla bien un rato”; que ya no se cuidan cuando mantienen relaciones sexuales porque “no hay plata para los forros” y la “salita” no tiene más preservativos para darles; que se quieren fugar de sus casas porque no aguantan más “la bronca de mis viejos por esta maldita situación”; que muchos trabajan hasta las 2 de la mañana juntando cartones y como entran a la técnica a las 7.30 están cansados, “no cazan una” en el aula y se duermen en clase.
“Algunos creen que otra no queda por eso roban. En Fiorito, te roban y tenés suerte si salís vivo. Y la policía no hace nada”, comentó Walter Farías, de 15. “Nuestros hermanos se salvan porque comen en la EGB. Nosotros comemos lo que podemos. Lo que se puede rescatar de la pobreza es la ayuda entre los vecinos: uno pone una papa, otro una cebolla, otro algunos fideos y se hace un guiso. Uno se acostumbra y el estómago se cierra”, describió Nicolás.
En el grupo, una de las chicas es cartonera. “Este año, los días que tengo libre, miércoles y viernes, salgo con mi papá y 3 de mis 7 hermanos. Vamos en bici con el carro hasta el centro de Lanús, una media hora de pedaleo”, comentó Margarita Gamarra, de 16. Algunos días termina la faena después de las medianoche. Por jornada, la familia saca entre 20 y 30 pesos. El papá de Margarita se quedó desocupado hace dos años. “Trabajaba en Aguas Argentinas y lo echaron”, recordó ella.