Como si fuera alguien totalmente ajeno a lo ocurrido, el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, apareció en un acto de la Sociedad Rural de Río Cuarto y condenó “los hechos violentos” por los que responsabilizó al gobierno nacional. “Los cordobeses vivimos una jornada de tensión debido a la discriminación que sufrimos por parte de la Nación, que castiga a los cordobeses”, sostuvo el gobernador, que volvió a reclamar los 1600 millones de pesos que –asegura– le debe la Anses. Sus funcionarios fueron más allá y aseguraron que Hugo Moyano y Luis D’Elía habían mandado grupos de choque a mezclarse entre los manifestantes.

Schiaretti agradeció a “los trabajadores del Estado que se manifestaron de forma pacífica” y repudió “la violencia”. Además, sostuvo que el gobierno provincial se hará cargo de los daños que sufrieron los comerciantes del microcentro cordobés y de la reparación de la Plaza San Martín. “Seguiremos dialogando con los gremios y pediremos una reunión con Sergio Massa, ya que no tenemos nada en contra de la Nación”, se atajó. El nuevo jefe de Gabinete recibió ayer mismo el pedido de audiencia.

“En la dictadura actuábamos a cara descubierta y nos llama la atención que hoy en Córdoba aparecieron encapuchados violentos que sólo perseguían agredir a los ciudadanos e impedir el tratamiento de las leyes en la Legislatura”, dijo el gobernador cordobés, a quien no se le oyó repudio alguno contra los escraches ruralistas a diputados del kirchnerismo en esa provincia. Sus funcionarios ampliaron la teoría de los encapuchados.

Marcelo Falo, vocero de José Manuel De la Sota, afirmó que los militantes provenían de grupos vinculados con Moyano y D’Elía. “Estamos investigando si hubo militancia que no era de Córdoba”, advirtió horas más tarde el ministro de Gobierno de Schiaretti, Carlos Caserío.

–¿Puede haber habido injerencia del gobierno nacional? –le preguntaron.

–Son comentarios. Se dijeron muchas cosas. No podemos decir ni que sí ni que no. No se sabe aún quiénes son los detenidos. Sé que algunos de ellos son activistas gremiales.

–Falo dijo que hay grupos relacionados con D’Elía y Moyano.

–Estamos investigando. Vamos a ver las filmaciones –respondió Caserío, quien sembró nuevas dudas sobre los manifestantes: “Nos llamó la atención que hubo grupos de activistas encapuchados. Fueron grupos minoritarios, acompañados de algunos activistas de Luz y Fuerza”. “Tuvimos que defendernos defender los bienes del Estado, a los vecinos”, se justificó, con repertorio PRO. “Cuando se pusieron violentos, tuvimos que actuar con firmeza”, remarcó. El ministro también defendió la decisión de que tomaran licencia varios funcionarios de Schiaretti para votar como legisladores. “En las democracias europeas es común que los ministros bajen a dar el debate. No es una cuestión de un voto más o un voto menos”, juró y perjuró. Caserío aseguró que Schiaretti quiere “continuar con la voluntad de dialogar con el gobierno nacional, más allá de la discriminación que hemos vivido y los malos momentos”.