El gobierno nacional volverá a reunirse con los integrantes de la Mesa de Enlace el próximo viernes. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, llamó ayer a los cuatro titulares de las entidades agropecuarias para debatir con “agenda abierta” las políticas para el sector. “No hay preconceptos, no hay una agenda previa para sentarse a discutir con la Mesa de Enlace. Cuando invitamos al diálogo lo hacemos de forma generosa y nos queremos sentar a hablar de todos los temas que tenemos que hablar”, aclaró ayer el jefe de Gabinete. Los ruralistas ya adelantaron que concurrirán al encuentro en Casa Rosada, a pesar de que en el mismo momento endurecieron sus críticas al oficialismo. Está previsto que durante esa reunión se los invite formalmente a sumarse al Consejo Económico y Social.

A primera hora de la mañana, la presidenta Cristina Fernández recibió al jefe de ministros en la residencia de Olivos para analizar la postura que llevará el Gobierno en esta convocatoria con el campo. Posteriormente, Aníbal Fernández se comunicó con los titulares de las entidades: Eduardo Buzzi (Federación Agraria), Hugo Biolcati (Sociedad Rural), Mario Llambías (Confederaciones Rurales Argentinas) y Carlos Garetto (Coninagro) para concretar la invitación. El jefe de Gabinete ya venía manteniendo conversaciones con miembros de la Mesa de Enlace desde que asumió su cargo, en reemplazo de Sergio Massa, e incluso les había propuesto un encuentro informal que los ruralistas rechazaron.

El ministro de Planificación, Julio De Vido, también buscó acercar posiciones con Biolcati y su par de Producción, Débora Giorgi, hizo lo propio con Buzzi. Uno de sus objetivos era persuadirlos para que participen del Consejo Económico y Social junto con otros sectores como la industria y los sindicatos. Aunque el cónclave todavía no tiene fecha de realización, los únicos que no confirmaron su presencia son los representantes del agro.

La convocatoria del Gobierno se produjo luego de la apertura al diálogo con todos los sectores económicos, políticos y sociales que anunció la Presidenta el 9 de julio y que comenzó por las reuniones con partidos políticos. Pero a diferencia del diálogo encabezado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, para debatir la reforma política, el encuentro con las patronales agropecuarias no tendrá “límites” sobre los temas a tratar. Esa fue una de las principales exigencias de los ruralistas para aceptar el convite. “Primero quiero escuchar la invitación formal, y si es seria y con una agenda que permita exponer todos los problemas del campo, y además hay voluntad de recuperar el terreno perdido, vamos a asistir con mucho gusto”, reclamó Biolcati minutos antes de recibir el llamado del jefe de ministros.

A tono, Buzzi adelantó que a las 16 estarán en Casa de Gobierno, pero “con todas las precauciones, con mucho escepticismo, con todo el derecho de decirles ‘ya venimos de años con mucha frustración’”. La convocatoria desactivó el cese de comercialización de leche por cinco días que los tamberos debatían ayer en el predio de la Rural. Ese será uno de los temas más urgentes que llevarán los ruralistas al encuentro, además de la eliminación de retenciones al maíz, el trigo, las economías regionales y una baja para la soja. El jefe de Gabinete anticipó que el Ejecutivo no tiene preparado ningún proyecto sobre retenciones a las exportaciones de granos para discutir con las entidades del campo.

En paralelo, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, se reunió con la Presidenta para, entre otras cosas, trasladarle los reclamos de los ruralistas que recolectó cuando visitó la exposición agraria en la Rural el viernes pasado. Sin embargo, Aníbal Fernández aseguró que no hablaron del campo, ya que se realizaría el encuentro el próximo viernes.