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- Alicia Pierini (PJ): “El Evangelio me enseña que Dios es amor, no condiciona al amor, mientras sea tal. El Evangelio enseña a amar al prójimo, no impone condiciones a ese prójimo. Es más, el buen samaritano detiene su camino ante el otro y lo hace su prójimo a partir de que lo incorpora a su amor. Cristo enseña a incluir en el amor a los enfermos, los débiles, los huérfanos, las prostitutas, es decir, Cristo enseña que amar es incluir. Por razonamiento jurídico, por convicción progresista y también desde mi fe, mi voto personal es afirmativo”.
- Pablo Caullier (Bases y punto de partida): “Mi Dios es el Dios del amor y Jesús, es el de María Magdalena y el de los ladrones. Estoy hablando como un liberal que cree en los principios de la Revolución Francesa de libertad, igualdad y fraternidad. Por eso voy a apoyar la ley. Yo digo estoy aquí para hacer cumplir la Constitución, no para violarla”.
- Juliana Marino (Peronismo independiente): “Quiero dejar claro que votaré que no a pesar de no estar en desacuerdo con el espíritu de la ley porque considero que al obligar a la pareja homosexual a certificar dos años de convivencia se la está discriminando. Y que no es como algunos medios dijeron, que mi proyecto –que planteaba la unión civil sólo para gays y lesbianas– de ninguna manera es el planteo de la Iglesia”.
- Julio Crespo Campos (UCeDe): “Yo recuerdo lo que sufrí cuando mi madre se divorció, la discriminación que nos marcó toda la vida. Sé del sufrimiento de Edgardo Fernández, a quien cuando su pareja quedó postrado en un hospital se le negó información médica por ser homosexual. Pienso en que a pesar de ser socio del Jockey Club ridículamente mis hijas no pueden entrar allí. Pero lamentablemente tengo una formación complicada que me hace difícil asumir algunas otras cuestiones. Y basado en el análisis jurídico voy a votar por el no. No tomen mi voto como algo contra ustedes sino como la defensa de la sociedad y la familia en la que me crié”.
- Vilma Ripoll (Izquierda Unida): “Es mentira que la ley protege realmente los derechos de los concubinos heterosexuales. Siendo delegada general de un hospital nunca pude inscribir a mi pareja en mi obra social. Y para pedir un día porque él estaba enfermo, tuve que mentir. Imagínense lo que debían padecer entonces mis compañeros homosexuales. Tener una ley que reconoce la unión es mucho mejor que tener que decir “soy homosexual y no existo”.
- Daniel Bravo (UCR): “No me voy a referir a minorías o mayorías porque no creo que esté demostrado que los homosexuales son minoría en la Argentina. Esta ley es un comienzo, bienvenida sea. Va a haber un antes y un después en este debate. No nos tenemos que asustar. Podemos avanzar porque creo que debemos llegar a un etapa en la que se deba permitir el matrimonio civil a los homosexuales. Hay que terminar con la doble moral”.