Los nombres de los legisladores porteños Gonzalo Ruanova y Diana Maffía y de la ex legisladora Silvia La Ruffa –los tres opositores al macrismo– aparecieron el año pasado en una de las computadoras de la consultora de Jorge Fino Palacios, Security Strategic Consultancy. Estaban en un listado de pedidos de informes financieros y patrimoniales que se había hecho desde allí a la empresa Nosis, dentro de una carpeta rotulada “Osvaldo”, que habría armado Osvaldo Chamorro, segundo del Fino en la Policía Metropolitana y luego su reemplazante al frente de la fuerza. Los diputados de la ciudad declararon ayer ante el juez Norberto Oyarbide, que quiso pedirles algunos detalles para poder contextualizar las posibles actividades de espionaje que se habrían realizado sobre ellos. Los tres vincularon los hechos con su oposición, desde un comienzo, a las designaciones de Palacios y Chamorro en la nueva policía porteña, creada por Mauricio Macri. La Ruffa y Maffía, además, asociaron los hechos con su intervención en la Comisión de Seguridad de la Legislatura. Maffía recordó sus denuncias sobre posibles negocios dentro de la estructura policial y su trabajo en el “seguimiento de políticas públicas vinculadas a drogas, juego, prostitución y trata de mujeres, todos delitos donde suele sugerirse la existencia de complicidad de fuerzas policiales”, relató en su blog. Ruanova detalló irregularidades en la publicación del nombramiento del espía Ciro James en el Boletín oficial porteño, reveladas por Página/12. Incluso dos funcionarios del gobierno de Macri habían declarado ante Oyarbide que la designación no se había publicado.