Entre los documentos de la causa de las escuchas ilegales, hay una computadora de Jorge “Fino” Palacios que fue secuestrada de sus oficinas en la consultora Strategic Security. Allí, los opositores porteños encontraron un organigrama de la Policía Metropolitana que incluía una dirección de inteligencia criminal, la renuncia del ex jefe policial y varias cartas destinadas al ministro de Justicia, Guillermo Montenegro, en las que Palacios le pedía que exceptuara de requisitos de ingreso a ex Federales dado que “se han integrado a los equipos de trabajo correspondientes a la planificación y organización de la Metropolitana, con bastante anterioridad a las fechas de sus respectivos nombramientos”.

“Los papeles confirman que el modelo de policía que tenía pensado Palacios no tenía nada que ver con la ley aprobada por la Legislatura”, planteó el ibarrista Eduardo Epszteyn. “Se estaba organizando la policía con anticipación a la ley. Lejos de una policía de proximidad se estaba planteando un importante dispositivo de inteligencia”, estimó. “El verdadero ministro no era Montenegro, sino Palacios. Uno pedía que eximieran a policías de los requisitos básicos y el otro los eximía”, graficó.

En la PC apareció el texto de la renuncia de Palacios –que ya fue publicado por Página/12 en exclusiva después de que la gestión PRO se empecinara en ocultarla–, donde el ex jefe de la Metropolitana señalaba que “se ha sancionado, bajo el pretexto de establecer un sistema progresista, un régimen totalmente diferente al existente en cualquier modelo policial”, advirtió. Entre otras cuestiones, Palacios se quejaba de que no le permitían administrar el presupuesto de su fuerza, su personal y admitía que “se ha estado trabajando de manera reñida con los preceptos legales”. En un repaso por los documentos que estaban en la PC de Palacios, el equipo de Epszteyn encontró organigramas tentativos de la Metropolitana que incluían siempre bajo la órbita del jefe policial la tesorería, el área contable y la de recursos humanos, además de una dirección de inteligencia criminal que nunca se creó, aunque sí existió un proyecto de los legisladores macristas.

En un memorando dirigido a Montenegro del 18 de agosto de 2009, Palacios reclamaba que se exceptuara del curso de integración y de nivelación al comisionado mayor Rodrigo Simón, al comisionado general Juan José Ríos y a los comisionados Oscar Romero, Alfredo Córdoba, Ricardo Lozano, Julio Martínez Cartier, José Luis Masculin y Barnardino Leyes. “El personal se ha integrado a los equipos de trabajo correspondientes a la planificación y organización de la Policía Metropolitana, en todas sus áreas, con bastante anterioridad a las fechas de sus respectivos nombramientos”, admitía Palacios en el memo y reclamaba que se les evitara pasar por los cursos “dado el grado de compromiso e interiorización de las normas y procedimientos que regulan la actividad funcional de la nueva institución”. El equipo de Epszteyn señaló que seis de los ocho policías mencionados fueron luego incorporados. Cerca del legislador ibarrista consideran que se trata de un mecanismo para saltearse requisitos básicos de ingreso a la Metropolitana, que podría haberse repetido en otros casos.