El 3 de mayo de este año, el comisario Víctor José Sarnaglia quedó al frente del Cuerpo de Agentes de Tránsito. Policía con mando de tropa en distintas ciudades de Santa Fe, tiene en su foja de servicios dos antecedentes negativos que jalonaron su trayectoria. En 2006, después de que lo desplazaran de la Unidad Regional IX con sede en Reconquista, declaró: “Yo no soy bueno, soy más bien mediocre, pero no soy tan malo tampoco”. El jefe había sido removido de su puesto después de que se fugara un narcotraficante paraguayo, Oscar “King Kong” Cardozo, de la alcaidía de aquella ciudad. El ministro de Gobierno de entonces, Roberto Rosúa, describió ese escape con una frase prosaica: “Se fue como Pancho por su casa”. El ex gobernador Jorge Obeid pidió la cabeza del uniformado.

Para defenderse, Sarnaglia descargó la responsabilidad de la fuga en sus subordinados: “Acá ha habido un par de hombres, al menos, que pensaron más en sus bolsillos que en su trabajo”, comentó. Con un dejo de autocrítica, entonces sostenía que durante su paso por Reconquista la policía no había aceptado connivencias. Y lo sintetizó en seis palabras: “Podemos ser incompetentes, pero no delincuentes”. Una agrupación vecinalista pidió su reposición en el cargo cuando ya lo habían relevado. Ya era tarde. Sarnaglia tenía otros planes inmediatos antes de venir a Buenos Aires: quedarse en Reconquista, tomar mate, comer tortas fritas y pescar. “Tengo que aprender a vivir de nuevo”, le dijo al periodista Carlos Cenoz, de Sin Mordaza.

En noviembre de 2008, la Justicia santafesina le ordenó al Estado provincial que indemnizara a un agente de policía que fue violado en la Escuela de Cadetes de Rosario. La denuncia de J. D. C había sido por un ataque sexual ocurrido el 23 de abril de 2003, en la Escuela de Cadetes, de Alem 2050. La noticia que reprodujeron todos los medios santafesinos se completaba con el testimonio del ex cadete, que acusó a los responsables de la escuela de “montar un operativo” para ocultar el hecho y sugirieron que había sido una “autoagresión”. El director de la escuela era el comisario Sarnaglia.