Desbordadas. Así estuvieron las integrantes de la comisión organizadora, que subrayaron cómo la convocatoria superó ampliamente las expectativas. Por eso, necesitaron más escuelas para alojar mujeres, y hubo muchas que anduvieron deambulando el sábado hasta encontrar dónde dormir. Finalmente, cada una tuvo su lugar. Entre 25 y 30 mil mujeres de concurrencia estimaron en la Comisión. Y subrayaron que algunos talleres, como Mujer e identidad, tenían previstas cinco comisiones y debieron abrir diez por la cantidad de asistentes. Lo mismo pasó en los talleres de anticoncepción y aborto, así como en los de trata de personas, que explotaron, ya que de los siete previstos debieron abrirse 15, con más de 40 integrantes cada uno. “Tuvimos que pedir más aulas prestadas”, explicó María de los Angeles Zaragoza Moro, de la comisión organizadora. La situación era palpable en muchos colegios, donde los talleres comenzaron a funcionar en los patios y las canchas de básquet. Todos los años, las inscriptas son menos que las participantes, ya que muchas no hacen el trámite. “El año pasado se inscribieron 9000 personas, y éste se agotaron las 11.000 inscripciones. Después, tuvimos más demanda de inscripciones, la masividad fue notable”, explicó Zaragoza.