El Tribunal Nacional de Etica de la Unión Cívica Radical resolvió la expulsión de las filas del radicalismo del gobernador de la provincia de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, por cometer una “traición” hacia su fuerza al aliarse con el kirchnerismo. El Tribunal explicó que la expulsión se basó en la “conducta de desvirtuar las premisas, posiciones políticas y doctrina con la que Zamora alcanzó la gobernación santiagueña como representante de la UCR, lo que constituye una traición al partido y al pueblo, que creyó en un mensaje determinante de sus votos”. Zamora llegó a la gobernación en 2005 por la UCR, pero ya en el 2007 comenzó a formar parte del grupo de los denominados “radicales K” que comandaba el entonces gobernador de Mendoza Julio Cobos. A partir de allí se alejó de la UCR para empezar a ser uno de los aliados de origen radical más cercanos al Gobierno. Esta expulsión –decidida el 19 de noviembre y difundida recién ayer por el partido a través de un comunicado– tuvo su antecedente en septiembre, cuando Zamora, estando en Nueva York junto con la delegación que acompaño a la presidenta Cristina Fernández en la Asamblea anual de la ONU, se enteró de que había sido echado de la UCR de Santiago del Estero.