Desde el Partido Obrero, el dirigente Marcelo Ramal salió a cruzar al Gobierno por las acusaciones por los incidentes ocurridos la semana pasada en la estación Constitución y definió el complot del que los acusan como “una hipótesis casi delirante”.

“Se nos hace responsables de haber impulsado la medida de fuerza en Avellaneda y, al mismo tiempo, de haber protestado contra esa medida de fuerza en Constitución, o sea, estaríamos de los dos lados del mostrador: realizando la protesta ferroviaria y atacando al mismo tiempo esa protesta”, reflexionó. “Es una denuncia insólita”, siguió.

Según Ramal, las acusaciones contra su fuerza obedecen a que “es evidente que el Gobierno está haciendo lo posible por encubrir a los verdaderos responsables de los incidentes en Constitución”, por los que apuntó a “la patota sindical y a barrabravas”. “Lo que se vio en Constitución, como tirar cajones contra vidrieras y saquear, no es accionar del PO, sino de barrabravas”, añadió.

El dirigente aseguró que el titular de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, busca “bloquear el acuerdo entre el Gobierno y los tercerizados para preservar su dictadura dentro de los ferrocarriles” y para generar “un clima de zozobra”. Desde el PO insistieron ayer con la teoría de que los ferroviarios de Pedraza buscan crear conflictos para que liberen a los detenidos por el crimen del militante Mariano Ferreyra.

De acuerdo con lo sostenido por Ramal, “José Pedraza se ha salido con la suya, ya que está tramitando la libertad de sus siete barrabravas detenidos por el asesinato de Mariano Ferreyra en octubre y estamos atentos en caso de que haya excarcelaciones”.

Según denunció el Partido Obrero, mientras el Ministerio de Trabajo prepara la incorporación de más de mil trabajadores tercerizados a la planta permanente del Ferrocarril Roca, por otro lado están despidiendo empleados de esa misma línea de trenes.

En el PO también se preocuparon en responderles a los funcionarios que los habían criticado, como el canciller Héctor Timerman, que los había llamado “partido sin obreros”. “Cuando Héctor Timerman dirigía un diario favorable a la dictadura, el Partido Obrero luchaba contra Videla”, sostuvo Ramal.