Sábado, 12 de febrero de 2011 | Hoy
EL PAíS › SINDICALISTAS Y RURALISTAS SE MOVILIZARON EN APOYO AL MOMO
Hubo cortes de rutas y calles en distintos lugares del país. Las manifestaciones, con idéntica metodología, comenzaron a la mañana y fueron cediendo con el correr del día. La principal fue en Comodoro Py, donde los seguidores de Venegas festejaron su excarcelación.
Cientos de gremialistas y ruralistas realizaron ayer cortes en distintos puntos del país mientras duró la detención del titular de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (Uatre), Gerónimo “Momo” Venegas, acusado de desviar fondos en el marco de la “mafia de los medicamentos”. Por la noche, los afiliados que se concentraban en los tribunales de Comodoro Py estallaron en festejos luego de que el juez Norberto Oyarbide terminara la indagatoria y excarcelara al sindicalista.
Las acciones directas habían comenzado a la mañana pero se dispersaron a las pocas horas, después de que Oyarbide adelantara el interrogatorio al sindicalista, originalmente previsto para hoy. La mayor concentración tuvo lugar a partir del mediodía frente a los tribunales de Retiro, donde unos trescientos afiliados a Uatre y gremios afines esperaron la llegada de Venegas y su declaración ante el magistrado. Entre ellos se encontraban decenas de trabajadores que horas antes habían cortado el Puente Pueyrredón, portando afiches que calificaban al líder de los peones rurales como “un preso político en democracia”.
El accidentado arribo del gremialista desde la División de Investigaciones Federales generó empujones, aplausos y gritos de apoyo por parte de sus seguidores. Frente a una fuerte custodia policial, los militantes del Momo esperaron que el gremialista ingresara al edificio para prestar indagatoria ante Oyarbide, lanzaron algunas bombas de estruendo y luego corrieron a refugiarse del sol.
Entre los pocos que desafiaron el calor estaba el vocero de Uatre, Alberto Barra, quien ante las cámaras de televisión se mostró preocupado por la suerte del líder sindical. “Estamos convencidos de que no hay ningún elemento para tenerlo detenido –sostuvo–. No cometimos ninguna irregularidad”, insistió. Barra se quejó de que el gremio no había recibido hasta entonces ningún llamado de la CGT, cuyos dirigentes estaban redactando en ese momento el documento sobre el tema, que darían a conocer horas después (ver página 10).
Mientras tanto, los más jóvenes improvisaban una batucada en el estacionamiento. Un grupo de gastronómicos de Avellaneda que responden a Luis Barrionuevo devoraban unos sandwiches a la sombra de un puesto de diarios y miraban la hora, impacientes. Otros, más viejos, mostraron un cartel con el nombre de Jorge Ferreyra, el candidato duhaldista en Lomas de Zamora. El apoyo al ex presidente se materializaba en una serie de papelitos sin firma, lanzados desde temprano, que rezaban: “En el 2001 salvó al país. Ahora reconstruye el peronismo”.
Por encima del ruido se escuchaban las principales quejas a la detención del titular del gremio de peones rurales que provenían, no casualmente, de los empleados de la sospechada Osprera. “Hace 18 años que laburo en la obra social y nunca vimos nada raro. Lo único que te puedo asegurar es que Venegas es un hombre honesto. No-sotros somos los que les damos los remedios a los gauchos pobres”, juró a este diario Andrea, empleada de la prestadora de salud.
También se acercó a dar su apoyo la diputada del peronismo disidente Claudia Rucci, que no ocultaba su enojo por la medida. “Oyarbide responde al Gobierno y le dicen lo que tiene que hacer”, denunció, antes de agregar: “El juez primero tendría que haberlo citado a declarar (a Venegas), la Justicia debe ser pareja para todos”. También estuvo Saúl Ubaldini (hijo), que expresó su rechazo a la decisión de Oyarbide acompañado por un pasacalles con las imágenes de José Ignacio Rucci, Lorenzo Miguel y su padre.
Cerca de las tres y media de la tarde se empezó a vaciar el playón de Comodoro Py. Venegas aún estaba declarando, pero ya había cuatro micros esperando a los militantes. Las escaleras de los tribunales olían a pólvora y los rayos de sol seguían castigando. Quedaron cada vez menos banderas azules y una señora se alejó del lugar gritando: “¡¿Y Moyano para cuándo?!”.
A la noche, luego de más de seis horas de inagatoria, el anuncio de la excarcelación de Venegas fue recibido con abrazos y saludos de quienes aún quedaban en Retiro. Ru-cci aseguró ante los medios que iba a pedir en el Congreso el juicio político de Oyarbide.
Los cortes se habían iniciado temprano por la mañana en el kilómetro 145 de la Ruta 9, entre San Pedro y Baradero, donde los militantes de Uatre apostados sobre la autovía impedían el paso del tránsito durante 15 minutos y luego permitían la circulación por igual cantidad de tiempo. Mientras tanto, militantes de las 62 Organizaciones Peronistas interrumpieron el paso en el Puente Pueyrredón en un reclamo que incluyó quema de neumáticos y que luego trasladaron a los tribunales de Comodoro Py. Finalmente, la autopista Riccheri, a la altura del Mercado Central, también estuvo ocupada durante varios minutos.
Este tipo de acciones directas, bien coordinadas, se replicaron en distintos puntos del país. Los seguidores del Momo cortaron una mano de la Ruta 14, a la altura de Gualeguaychú, e interrumpieron el tránsito en la 34, cerca de la localidad santiagueña de Fernández. Protestas similares se repitieron, con idéntica metodología, en Córdoba y el sur de Misiones, donde doscientos afiliados de Uatre cortaron parte de la Ruta 12 durante toda la tarde.
El principal piquete porteño se instaló en la esquina de Callao y Corrientes, donde cerca de las 11 una veintena de militantes de la Juventud Peronista Federal impidió la circulación durante media hora. No obstante, minutos antes del mediodía el tránsito ya se había liberado y en la esquina sólo quedaron miles de papelitos azules y blancos con la inscripción “Duhalde 2011, Venegas conducción”.
Informe: Federico Poore.
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