Desde Dakar

La caída de Mubarak fue recibida con alegría ayer en la clausura del noveno Foro Social Mundial, celebrado en la capital de Senegal desde el 6 de febrero. “Hemos abierto el Foro Social Mundial de Dakar con un homenaje a la revolución tunecina para concluir con un homenaje a la revolución egipcia y esperemos que haya otras revoluciones en el futuro”, dijo Taoufik Ben Abdallah, miembro del Foro Social Africano. Pocas horas antes, unos doscientos manifestantes se habían concentrado delante de la embajada egipcia en Dakar, mientras la dimisión de Mubarak todavía no era conocida.

El acto de clausura se convirtió en una celebración y los miles de presentes lanzaron vivas a la revuelta popular egipcia. “Aquí se está construyendo una nueva ciudadanía africana, pues el foro ha hecho posible la mayor concentración de africanos gracias a las caravanas procedentes de países de Africa del Norte, de Africa occidental y central, afirmó Ben Abdallah. “Dakar ha sido el foro de la solidaridad con los pueblos en lucha que ganan y que ganarán”, añadió.

Se cerraba así un encuentro en que la referencia a las luchas árabes fueron recurrentes, aunque no hubo ninguna actividad dedicada específicamente a estas revueltas, ya que los temas de los talleres habían sido decididos antes de que empezaran los movimientos populares en el norte de Africa. Los movimientos sociales reunidos en asamblea el jueves, que consideraron que los pueblos de Túnez y Egipto “muestran el camino a otro mundo, libre de la opresión y explotación”, decidieron la organización de una jornada mundial de apoyo a las revueltas árabes para el próximo 20 de mayo.

Para Esther Vivas, investigadora de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y ponente en Dakar, la importancia de las revueltas para las luchas sociales es que rompe “la idea transmitida por los que detentan el poder según la cual no hay alternativa”.

El Foro Social Mundial de Dakar estuvo marcado también por la preocupación por Africa. Por primera vez en la historia del encuentro altermundialista, una jornada entera fue dedicada al continente africano y a su diáspora. De los más de 45.000 participantes, la mayoría provenía de países africanos, principalmente de Senegal. “El balance es positivo, hemos construido muchas alternativas”, dijo Abdourahmane Mbaye, responsable de una asociación senegalesa que trata de impedir la emigración de jóvenes en “pateras” hacia Europa.

“Hay que dejar de ver a Africa como una tierra de miseria y de guerras”, apuntó por su parte Cherif Chako, profesor en la Universidad de Níger. “Hay que explotar lo positivo, la solidaridad”, añadió. Para muchos participantes europeos, el encuentro sirvió para romper algunos prejuicios. “Llamó la atención la presencia tan fuerte de mujeres africanas”, dijo el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, quien destacó también que “Africa está definitivamente en el centro de las preocupaciones de los movimientos que participan en el foro”.

“El proceso de integración de los movimientos sociales africanos no está tan avanzado como en América latina”, añadió Santos. “Pero los campesinos comienzan a unirse con agendas convergentes, el proyecto de los movimientos de darse a conocer está realizado”, concluyó.

Entre los temas relativos a Africa que se trataron durante el encuentro están la violencia contra las mujeres, el acaparamiento de tierras por parte de empresas multinacionales o la soberanía alimentaria. También fue importante el tema del cambio climático. En la mayoría de talleres, se criticaron las soluciones tecnológicas al calentamiento global. Los movimientos sociales reunidos hicieron un llamado a “frenar las alianzas neoliberales y a concretar alternativas para un desarrollo socialmente justo y respetuoso de la Madre Tierra”.

La falta de organización fue un problema importante durante todo el foro, que tenía lugar en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar. Diversas actividades no se pudieron celebrar ya que las salas previstas estaban ocupadas por clases. La mención a la universidad durante el acto de clausura fue recibida por abucheos.

El próximo Foro Social Mundial, un encuentro inicialmente anual, que se celebra actualmente cada dos años, tendrá lugar en 2013, probablemente en Brasil.