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Sugestivamente, el 10 de febrero la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura decidió citar al juez federal de Resistencia, Carlos Skidelsky, quien tiene que pronunciarse sobre la nulidad de las leyes de impunidad y la citación a indagatoria del general Ricardo Brinzoni, solicitadas por el CELS. El año pasado, Skidelsky ordenó el arresto de una decena de policías acusados por torturas a prisioneros en 1974 y 1975. Ese lapso no está cubierto por las leyes de punto final y de obediencia debida, que por los acuerdos de Alfonsín con el justicialismo, excluyó el período anterior al golpe de 1976. Pero al fundamentar el procesamiento de esos policías por delitos ocurridos hace casi treinta años, Skidelsky consideró que debido a su índole de crímenes de lesa humanidad no había prescripto la acción penal. La aplicación de este mismo criterio a la causa de Margarita Belén debería invalidar la amnistía a sus responsables.
El expediente abierto contra Skidelsky por el Consejo de la Magistratura no hace mención a estas causas, sino a otras laborales y económicas, sobre el servicio de correos y el corralito. En contra de la práctica habitual, el Consejo intenta acusar a Skidelsky no por su conducta sino en razón de sus sentencias. No puede descartarse que antes de presentarse a declarar ante el Consejo, Skidelsky disponga la nulidad de las leyes que inquietan a Brinzoni, lo cual dejaría en claro las verdaderas razones del acoso al juez chaqueño. Así se lo reclamó el jueves el fiscal general Jorge Eduardo Auat, quien además de la anulación de las leyes de punto final y de obediencia debida solicitó a Skidelsky la detención de una docena de militares y tres de policías, por los delitos de tormento agravado y privación ilegítima de la libertad, agravada por la desaparición forzada que aún subsiste, en hechos anteriores a la masacre de Margarita Belén.
Entre ellos no figura Brinzoni, sino los ejecutores directos: los militares Cristino Nicolaides; Jorge Alcides Larrategui; Athos Gustavo Renes; Jorge Daniel Rafael Carnero Sobol; Norberto Raúl Tosso; Luis Alberto Patetta; Néstor Jorge Simoni; Aldo Héctor Martínez Segon; Alberto Pablo Rodríguez Díaz; Horacio Losito; Ricardo Guillermo Reyes; German Emilio Riquelme y Néstor Jorge Simoni y los policías del Chaco Wenceslao Ceniquel; Carlos A. Tomas; Lucio Humberto Caballero; Eraldo Olivera; José Francisco Rodríguez Valiente; Ramón Esteban Meza; José María Cardozo; Gabino Manader; Emilio Zárate; Martín Aguilar; Alfredo Laureano Canteros; Enzo Breard; Marcos Víctor Medina; José Marcos Marín; Alvino Luis Borda; Fernando Borda; Antenor Acosta; Juan Américo Agüero; Rosa Rolando Alfonso;Carlos Castillo; Saturnino Centurión; José Oscar Barrios; Clemente García; Angel Jorge Ibarra; Félix Cáceres; Juan Carlos Mambrin; Pedro Meza; Catalino Maldonado; Eulalio Pedroso; Aníbal Lisandro Sánchez; Omar Eduardo Monzón; Héctor Rubén Roldan; Alberto Oscar Galarza; Francisco Orlando Alvarez; Miguel Angel Vittorello; Jorge Omar Esquivel; Juan Ramón Rodríguez Valiente y Ramón Gandola.
El actual jefe del Ejército sólo podría ser considerado un autor de escritorio. En el curso de esta semana, Skidlesky debe responder al requerimiento del fiscal.