- Palacio. El edificio donde sesiona la XLII cumbre del Mercosur es la sede central del bloque en la capital uruguaya. El Palacio del Mercosur es una construcción de 1909 refaccionada con la rambla de frente –el Río de la Plata se mezcla con el océano Atlántico– y el Parque Rodó detrás. La inusual postal la dieron los dos buques de la Armada que se apostaron frente al edificio como medida de seguridad. A pesar de ello la zona no perdió la tranquilidad de la que goza Montevideo.

- Debut. El flamante equipo de la Secretaría de Comercio Exterior anunciado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el discurso de asunción de su segundo mandato mostró sus primeras armas en la Cumbre. Se pudo ver a la titular del área, Beatriz Paglieri, junto al subsecretario de Comercio Exterior y dirigente de La Cámpora, Iván Heyn, negociando con las demás delegaciones los acuerdos que luego rubricarían los presidentes.

- Nabo. El presidente uruguayo José “Pepe” Mujica es amado y por algunos también criticado en su país por su manera poco formal para hablar. En medio de las repercusiones que generó el incidente con el pesquero español que fue interceptado por la Armada Argentina cuando se dirigía a aguas malvinenses para pescar, Mujica fue abordado por un periodista local. “¿Piensa tomar medidas para que no vuelva a suceder?”, preguntó. En Montevideo sectores y medios opositores acusan de “genuflexo” a Mujica y de ceder siempre ante la exigencias del gobierno argentino. El presidente oriental, rápido de reflejos, contestó: “¿Medidas? ¿Medidas del traje o de la corbata? No sea nabo”.

- Social. Al finalizar la primera jornada de la cumbre del Mercosur, los dirigentes y funcionarios políticos se aprestaban a acercarse hasta el cierre de la cumbre social. En el encuentro se llevaron a cabo doce talleres con la asistencia de más de 300 representantes de siete naciones, donde se abordaron problemáticas como comunicación, derechos humanos, género, tecnología social y afrodescendencia.