Jueves, 14 de febrero de 2013 | Hoy
EL PAíS › OPINIóN
Por Raúl Kollmann
El debate sobre el Memorándum de Entendimiento (MDE) dejó dos conclusiones: en primer lugar, quedaron claros los cuestionamientos por parte de la oposición, la DAIA y la AMIA y las correspondientes respuestas oficiales; en segundo lugar que, más allá de las intenciones, el proceso encierra riesgos, que el éxito no está asegurado y que las internas iraníes puedan echar por tierra la intención de avanzar, por primera vez en 18 años.
Los cuestionamientos principales fueron los siguientes:
1 Lo que se firmó es un tratado y, por lo tanto, tiene fuerza de ley por lo que la Comisión de juristas le impondrá límites al juez y al fiscal.
–El canciller Héctor Timerman explicó que la Comisión emitirá un informe antes de los interrogatorios y que sus recomendaciones (ése es el término que se utiliza) deberán ser tomadas en cuenta por las partes en sus acciones futuras. Aquí hubo que repetir varias veces que las partes no son el juez o el fiscal o las defensas, sino los Poderes Ejecutivos de Argentina e Irán. Esto se planteó en numerosas oportunidades durante las horas de debate y hubo senadores opositores que reiteraban la objeción una y otra vez, lo que llevaba a la relectura del punto 4 del MDE. Es elemental que nadie, si no es una Cámara de jurisdicción superior, puede darle órdenes ni recomendaciones vinculantes a un magistrado.
2 La Comisión dictará normas de procedimiento.
–Algo elemental, pero hubo que leer el texto varias veces. Es obvio que la Comisión dicta las normas de sus procedimientos internos, no del procedimiento penal. Esto último está regido por el Código Procesal Penal de la Nación. O sea, la Comisión fija cuándo se reúne, cómo se toman las decisiones, quién de sus integrantes analiza qué cosa, pero no cómo se debe hacer una indagatoria.
3 Las indagatorias que se hicieron en el exterior hasta ahora estaban bajo el paraguas de tratados bilaterales.
–La directora de Jurídicos de la Cancillería, Susana Ruiz Cerrutti, explicó que el juez Ariel Lijo viajó a Alemania a indagar a los directivos de Siemens por el pago de coimas y no existe convenio alguno. De manera que no se está haciendo algo en el caso AMIA que no se haya hecho antes. En este caso, lo firmado funcionará como tratado respecto de los puntos que están en el texto.
4 La Comisión va a tener que leer centenares de miles de fojas y eso va a ser imposible.
–La realidad es que en cualquier indagatoria los sospechosos tienen derecho a leer los elementos que son base de la acusación. A esto hay que agregar que a tres de los sospechosos –el ex ministro de Información Alí Fallahian, el ex comandante de los Guardianes de la Revolución Mohsen Rezzai y el ex comandante de la fuerza Al Quds y actual ministro de Defensa, Vahidi– se los imputa por haber participado de una reunión, en la ciudad iraní de Mahshad, en la que supuestamente se decidió el atentado. No habrá muchas fojas sobre esa cuestión. Respecto de los otros dos interrogados, el ex agregado cultural Mohsen Rabbani y el ex tercer secretario de la embajada de Irán en la Argentina, Ahmad Asgari, seguramente habrá más elementos. Pero en cualquier caso, como en cualquier indagatoria, los imputados deben conocer las pruebas antes.
5 No es seguro que los iraníes declaren ante el juez Rodolfo Canicoba Corral y el fiscal Alberto Nisman.
–El texto dice que las autoridades de la Comisión y funcionarios judiciales se “encontrarán en Teherán para proceder a interrogar a aquellas personas respecto de las cuales Interpol emitió alertas rojos”. Eso abarca a los cinco mencionados. Y si alguno se niega a declarar estaría en su derecho y lo cierto es que lo podría hacer también aquí en Comodoro Py.
6 Irán dijo ayer que no permitirá que se interrogue a Ahmad Vahidi, su ministro de Defensa.
–Más allá de que fue el propio canciller iraní el que desmintió al vocero que afirmó eso, en ese hipotético caso Irán estaría rompiendo el acuerdo, que dice textualmente quiénes deben ser indagados. Es obvio que puede ocurrir. Las internas en Irán son feroces y como se demostró en las idas y vueltas del martes, algún sector puede expresar una posición por la mañana y otro rebatirlo por la tarde. Irán está en pleno proceso electoral y se dice que por encima de todo está la postura del ayatolá Alí Khamenei, máxima autoridad religiosa, pero que por debajo del líder religioso los enfrentamientos son durísimos. Cuando dos estados firman un acuerdo, siempre está el riesgo de que uno lo rompa o lo viole. Y en este caso, por supuesto, está la posibilidad de que el acuerdo se caiga. El país que no cumpla quedará expuesto.
7 ¿Es interrogatorio o es indagatoria?
–El jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia, Juan Martín Mena, explicó que en el artículo 294 del Código Procesal Penal dice textualmente que “cuando hubiere motivo bastante para sospechar de una persona, el juez procederá a interrogarla”, el mismo término que figura en el MDE. De todas maneras, es el juez Canicoba Corral quien decidirá si esa declaración tiene el carácter de indagatoria. Lo que hace el Memorando es abrir la posibilidad de que los imputados se sienten frente al juez y al fiscal argentino. Diana Malamud, de la agrupación Memoria Activa, lo dijo de una manera sencilla: “Nosotros queremos que se los indague. En Buenos Aires, Teherán o donde sea. Y que no se levanten los alertas rojos. Si eso es así, adelante. Si eso no es así, hay que levantarse e irse”. Memoria Activa tampoco cree que el camino será fácil, pero considera que vale la pena intentarlo.
8 No se puede confiar en Irán.
–Este fue el argumento central esbozado por senadores opositores y, sobre todo, por AMIA y DAIA. Las entidades judías se deshicieron en elogios para el fallecido presidente Néstor Kirchner y para la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Sobre ambos dijeron que fueron los que más hicieron por la causa AMIA. Pero la clave de su cuestionamiento fue que Irán es el enemigo público número uno de la escena mundial. Como en algún momento dijo el canciller, no se firmó un tratado de amistad sino un acuerdo para que sean indagados cinco sospechosos. Israel tuvo que negociar con Hamas, la organización que lucha por destruir el Estado judío, a raíz del secuestro del soldado Gilad Shalit. Y en el caso AMIA no se negoció con quien uno quería, sino con el Estado cuyos funcionarios están acusados.
9 ¿Y las alternativas?
–No hubo una sola propuesta acerca de cómo romper de otra forma la parálisis de la causa en lo que se llama la conexión internacional. Los alertas rojos de Interpol rigen desde noviembre de 2007, o sea hace más de cinco años. No hubo ningún resultado. Es más, el ministro de Defensa Vahidi estuvo en Bolivia sin consecuencias. Ha estado en Rusia y en otros países. Lo cierto es que a esta altura, a 19 años, no hay ningún detenido por el atentado. El acuerdo firmado por Timerman y Al Salehi es un intento de avanzar un paso en la causa judicial. ¿Puede no concretarse? Por supuesto que el éxito no está garantizado. No es fácil sentar en el banquillo de los acusados a un candidato presidencial, un ministro, un líder de las brigadas, un alto cargo de la Cancillería. Todo hace prever un largo y sinuoso camino.
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