[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

“Estoy en contra de las intervenciones si son un simple cambio de personas. La única solución es modificar el modelo prestacional”, opinó a Página/12 el Ombudsman de la Tercera Edad, Eugenio Semino, en relación con una posible nueva intervención de la obra social de los jubilados.
–El presidente Kirchner pidió autorización al Congreso para intervenir el PAMI. ¿Usted cree que ésa es la solución?
–Primero quiero aclarar que la crisis del PAMI no es sólo institucional. El tema de las prestaciones está hace largo tiempo en una situación gravísima. Por ejemplo, hace más de dos años que no se están suministrando ni audífonos ni pañales descartables. En la actualidad, los enfermos de VIH y cáncer no obtienen su medicación, o lo hacen con dificultad. Tampoco se aplica en su totalidad la ley de genéricos. Pero como ya dije, todo esto no es nuevo. Lo cierto es que a esto se le suma el problema institucional que, a partir del cambio de los dos representantes del Estado en el directorio, generó este conflicto de poderes.
–¿Qué es lo que produjo esta crisis interna?
–Hay que tener en cuenta que la propia elección que dio origen a este directorio fue altamente cuestionada por los jubilados en términos de su legitimidad. Votó tan sólo el 10 por ciento del padrón nacional y en los grandes centros urbanos no votó ni el 4 por ciento. A su vez, los integrantes que representan a la CGT son los mismos que conformaron el directorio de Víctor Alderete, sobre quien existen más de 40 causas penales. De todos modos, creo que la crisis se debe principalmente a un modelo prestacional que está agotado. Mientras se continúe cambiando personas y no se resuelva el problema de fondo nada se solucionará.
–Entonces, ¿usted no está de acuerdo con una intervención?
–Lo que creo es que frente a esta situación de crisis prestacional e institucional hay que generar un mecanismo de soluciones. Yo siempre estuve en contra de las intervenciones. El PAMI es la institución que más intervenciones tuvo, más de 30, y ninguna resolvió el problema de las prestaciones y hasta incluso llegaron a generar una deuda que ya supera los 1800 millones de pesos. Los contratos prorrogados eternamente generan una enorme intermediación que es la que produce una corrupción sistémica. Una estructura de administración que está en el 14 por ciento de la recaudación ocasiona que más del 40 por ciento del recurso que ingresa al PAMI no llegue nunca al afiliado. Por eso es justamente esto lo que hay que modificar. Si la decisión política es modificar esta estructura, la intervención seguro va a servir, si no significará un simple cambio de personas.
Informe: Martina Noailles