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Tras la posible rescisión de las concesiones aeroportuarias por incumplimientos contractuales podría haber “negociados impredecibles”. Así lo sugirió en declaraciones a la prensa el dueño de Aeropuertos Argentina 2000, Eduardo Eurnekian, quien también reclamó “continuidad” en los actos de gobierno. Según su perspectiva, la percepción pública de que su empresa no paga el canon no se debería al no pago mismo, sino a que los periodistas “no tienen tiempo para la investigación”. El empresario también aseguró que la firma del decreto que habilitó la renegociación sólo dos días antes del cambio de gobierno fue una casualidad.
“Si la renegociación de la concesión salió dos días antes de irse el gobierno, ¿qué culpa tenemos nosotros? El expediente se inició en 2001, no es de ayer”, se defendió. “El acta que firmó Duhalde estaba terminada hace tres meses, pero como entró una medida cautelar de Aerolíneas Argentinas (la firma española con intereses comerciales contrapuestos a los de Aeropuertos) no se pudo firmar”, completó.
Con prescindencia de quejas y reclamos, el dueño de AA2000 se mostró confiado en que finalmente la sangre no llegará al río y conseguirá acordar también con la nueva administración. Consideró que “es lógico” que el nuevo gobierno quiera abrir el paquete que heredó de la gestión Duhalde: “Políticamente es lógico que lo quieran ver, que quieran saber”. Lo que “no es lógico es que no haya una continuidad jurídica”, afirmó.
Esta continuidad estaría en que el Gobierno acepte el borrón y cuenta nueva en materia de cánones adeudados. Aunque, al menos en Ezeiza, Aeropuertos cobra en dólares la tasa de aeropuerto, con la salida de la convertibilidad el canon quedó pesificado en 171 millones de pesos anuales. Sin embargo, no es el cambio en la moneda de pago lo que estaba en discusión, sino el monto a pagar en pesos. Según la renegociación iniciada en agosto de 2001, que por ahora quedó en veremos, lo adeudado no sería rediscutido, pues quedaría saldado con inversiones ya realizadas por Aeropuertos. En cuanto al canon anual, sería reemplazado por pagos mensuales proporcionales al tráfico de pasajeros, una manera de compartir con el Estado nacional los menores ingresos provocados por la crisis del sector aerocomercial.
“Creo que nosotros vamos a ayudar a gestar una relación y un Estado más modernos”, reflexionó el empresario sobre la carga de tener que seguir renegociando. No obstante, consideró que “hay que saber cómo resolver los conflictos”. Resolverlos “no pasa por decir ‘te anulo la concesión’”, porque “ésa es la salida más fácil que puede incurrir en negociados impredecibles”, advirtió.
Eurnekian no especificó a qué clase de “negociados” se refería, aunque para ello hubiese bastado con el repaso más superficial de las privatizaciones argentinas, de las sucesivas renegociaciones contractuales o del accionar de algunos entes reguladores. En cambio, prefirió reflexionar acerca de la naturaleza humana, la de los políticos en particular: “Así como hay políticos ingenuos y otros ignorantes, hay otros que son interesados y toman actitudes en función de un objetivo”.
El ex empresario textil y de medios de comunicación (todavía conserva cerca de la quinta parte de las acciones de América TV) entró al negocio aeroportuario hace 6 años, luego de iniciarse en la actividad aerocomercial con la aerolínea LAPA, la que para su suerte debió vender por disposición de la ex Secretaría de Defensa de la Competencia, organismo que consideró incompatible la propiedad de una línea aérea y la gestión de los aeropuertos. Actualmente tiene en el país concesiones de hasta 30 años de 32 estaciones aéreas, entre ellas Ezeiza, Jorge Newbery y Bariloche. De acuerdo con los cálculos más optimistas su deuda con el Estado sería de 350 millones de pesos, aunque existen cuentas que casi duplican ese valor (ver aparte). Sus argumentos para rechazar estos pasivos son la existencia de inversiones adicionales muy superiores, contraprestación que no es reconocida por el Estado. El contrato original hablaba de inversiones para los 30 años de 2600 millones de pesos. En la renegociación, Aeropuertos se comprometió a invertir 3600 hasta el 2028, de los que se descontarían los 500 millones que sostiene ya haber realizado.
Como cada vez que se habla de pagos no efectuados, Eurnekian volvió a mostrarse como un empresario cuyas metas no se limitan a las fronteras argentinas. Por eso aprovechó la consulta periodística para contar que planea inversiones en Colombia, Ecuador y Uruguay, las que se sumarían a las ya realizadas en Armenia, donde administra el aeropuerto de Erevan, la capital del país.
A juzgar por sus propios números, si todo va bien, el balance de AA2000 en 2003 sería deficitario en 30 millones de pesos. Y esto a pesar de tener ingresos por 400 millones y pagar “105” millones de canon si se cumple el tráfico proyectado. La cuenta se complementa con 90 millones de costo operativo, 100 millones de inversiones y otros 130 millones adicionales en concepto de amortizaciones de capital e intereses.
A la hora de marcar el terreno, el empresario le sugirió al presidente Kirchner hasta dónde era prudente avanzar: “La fuerza no es un elemento que se tenga que utilizar, es un elemento que se tiene a efectos de que lo quieran a uno atacar: Cuando tengo poder, autoridad y fuerza no necesito estar demostrando que lo tengo”, concluyó.