El gobierno de Antonio Bonfatti atribuyó los saqueos de ayer en la zona sur de Rosario y Villa Gobernador Gálvez a grupos de “delincuentes”. “No me va a temblar el pulso para disponer de todas las fuerzas para frenar este tipo de delitos”, prometió el mandatario. Un rato antes, su ministra de Desarrollo Social, Mónica Bifarello, y el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet, habían anunciado “un plan de contingencia” que movilizó a dos mil efectivos de la policía santafesina e intensificó los patrullajes en las seis zonas de la ciudad “hasta tanto la situación esté tranquila y normalizada”. Bifarello señaló que los incidentes “fueron organizados” y “no tienen origen en un reclamo social”, por lo que abonó la hipótesis de Bonfatti: “Las personas involucradas cometen un delito”, acusó. Drivet y Bifarello ofrecieron una rueda de prensa alrededor de las cinco de la tarde, en el primer abordaje de los incidentes. “No tienen origen en un reclamo social”, dijo la ministra. Y explicó que “estaban organizados”, tenían una “mecánica similar” a los del 19 y 20 de diciembre de 2012, aunque en otra escala, y habló de “delincuentes”.