EL PAíS
Otras voces
- Hebe de Bonafini (Madres de Plaza de Mayo): “Nos siguen sorprendiendo para bien las declaraciones que Kirchner hace por el mundo, y que diga que se considera un hijo nuestro es un honor, porque es un hombre que luego de llegar a un lugar tan alto se anima a tomar decisiones muy importantes. Me parece muy bueno que alguien diga lo que realmente siente. Espero que nos siga sorprendiendo. Apostamos a un nuevo país. Es lo que soñamos todos y el Presidente sabe que cuenta enteramente con las Madres. No vamos a tomar ninguna decisión sin consultarlo por el vínculo directo que estableció con nosotras. ”.
- Margarita Gropper (Madres de Plaza de Mayo - Línea Fundadora): “Es una expresión que nos alegra mucho.Es muy meritorio de su parte, justo en este momento en el que estamos advirtiendo desde la Iglesia una campaña muy virulenta hacia nosotros, e incluso se busca reinstalar la teoría de los dos demonios.”
- Graciela Ocaña (diputada del ARI): “Confío plenamente en la posibilidad de que haya alguna vez Justicia y se aplique el Derecho en la Argentina. Que haya dicho que defiende la lucha internacional por los derechos humanos marca una voluntad de que esta búsqueda continúe, aunque sea por investigaciones que se inician desde el exterior. Kirchner dijo alguna vez que a él no le temblaría el pulso para firmar una decisión de este tipo. Yo prefiero, y creo que el Presidente también, que se encuentren la Justicia y la verdad acá, pero frente a alguna chicana política o judicial, o a una decisión de la Corte que pueda decidir sobre la inconstitucionalidad o no de las leyes del perdón, contempla la vía internacional”.
- Federico Storani (presidente de la UCR bonaerense, diputado electo): “Veo altamente positivas las referencias de Kir-chner a las Madres y Abuelas, porque ellas han sido siempre un símbolo de lucha en todo el mundo. Y esto lo digo como miembro de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos en tiempos de la dictadura. Que haya formulado sus declaraciones en la ONU sirve también para enfatizar sobre algo central: trabajar fuertemente por la concreción del Tribunal Penal Internacional de una vez por todas. Porque, más allá de apuntar a esclarecer casos particulares, la búsqueda internacional de Justicia debe derribar la idea de que hay países de primera y de segunda, y que todos se sometan a un mismo tribunal”.