EL PAíS
La coalición porteña
Por Santiago Rodríguez
Aníbal Ibarra jurará nuevamente hoy como jefe de Gobierno porque así como piloteó el derrumbe de la Alianza y la crisis, también logró después de muchas idas y vueltas encolumnar a todo el centroizquierda porteño detrás de su postulación a la reelección. El ex fiscal consiguió armar una coalición que ese espacio político no pudo articular en el plano nacional un poco por espanto a la figura de Mauricio Macri como la encarnación de la derecha en la ciudad y otro poco por su propia habilidad. Así, con el ARI de Elisa Carrió, los socialistas, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) y el kirchnerismo de su lado, Ibarra polarizó al máximo la disputa con Macri. La primera vuelta la perdió, pero quedó lo suficientemente cerca del empresario para remontar la desventaja y superarlo en el ballottage. Mucho influyó en su recuperación el decidido respaldo que recibió de parte del presidente Néstor Kirchner, con su aparición en varios actos de gestión y de campaña. Ibarra también pudo derrotar finalmente a Macri por siete puntos porque entre la primera y la segunda vuelta impuso un discurso con eje en la agenda local y así contrarrestó la imagen que el empresario había conseguido instalar de que era el único que tenía propuestas para la ciudad.