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Sin apartarse un milímetro del voto popular, la dirigencia política decidió vacacionar en territorio nacional, aunque en períodos relativamente cortos. La elección de destinos de los dirigentes tuvo que ver, mayormente, con sus lugares de origen. Así, el presidente Néstor Kirchner tomará algunos fines de semana en Santa Cruz, y no descartó alguna visita a la residencia de Chapdmalal, donde su esposa, la senadora Cristina Fernández, pasará unos días junto a su hija Florencia. La decisión de Kirchner de permanecer la mayor parte del verano en su despacho decidió el formato de las vacaciones de unos cuantos. El ministro de Interior, Aníbal Fernández, pasará unos días, como habitualmente lo hace, en Villa Gesell, junto a su familia. El secretario general de Presidencia, Oscar Parrilli, ya anunció que se dará unas escapadas a su provincia de Neuquén.
Miguel Núñez, el vocero presidencial, alquilará una quinta en el conurbano para estar más a mano, y hará breves viajes a la costa siempre que el trabajo en la Rosada se lo permita. El canciller Rafael Bielsa permanecerá en funciones, y Julio De Vido, titular de Planificación, sólo se tomó un descansito en las fiestas navideñas en Santa Cruz. El ministro de Economía, Roberto Lavagna, habitué de Cariló, pasó en esa localidad las fiestas desde Navidad hasta Año Nuevo. Y el titular de Defensa, José Pampuro, tomará su turno durante los primeros días del año en la Costa Atlántica. Daniel Filmus, ministro de Educación, pasará los dos primeros fines de semana del año en Valeria del Mar. El vicepresidente Daniel Scioli pasará un fin de semana en Punta del Este, pero, al parecer, tendrá vacaciones extendidas: siempre cercano al agua, las pasará en Mar del Plata.