“Los nuevos pobres y la situación de la sociedad es producto de las políticas que se han ido aplicando. Ha habido una transferencia de recursos al sector más concentrado de la economía y también al sector financiero”, advirtió la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en la entrevista televisiva que concedió anoche. Al referirse a las consecuencias que están generando las políticas instrumentadas por el gobierno de Mauricio Macri, CFK se refirió, en particular, “al impacto que tuvo la eliminación de las retenciones y la suba de las tarifas”.

“No es una cuestión de malos y buenos. Tiene que ver con ideologías. Nos acusaban de ser muy ideologistas. Pero se trata de sectores que adhieren al libre mercado y a la idea de cobrarles la menor cantidad de impuestos a los que más tienen, porque así los que más tienen van a derramar sobre el resto de la sociedad. Pero lo que ponen arriba no derrama”, consideró la ex presidenta, quien atacó el discurso de la pesada “herencia” que vienen enarbolando desde el Presidente hasta los funcionarios de Cambiemos.

“Recibimos un país descapitalizado, endeudado. Había un nivel de endeudamiento, de indigencia, de pobreza. Y entregamos un país capitalizado: con Aerolíneas Argentinas, con Aguas Argentinas, con el nivel de endeudamiento más bajo de la historia. Entregamos un país descapitalizado y sin deudas”, remarcó. “En nuestro modelo incentivábamos el consumo. Por doce años y medio sostuvimos el consumo”, afirmó.

“Parece que el único acto lícito del gobierno fue aprobar la fusión de Multicanal y Cablevisión –ironizó CFK sobre la decisión de Néstor Kirchner–. Salvo eso, que no es cuestionado, todo fue ilícito. Se pueden tener fueros mediáticos, pero la gente no va a poder pagar la luz ni el gas.”

- Tarifas. El aumento de las tarifas fue uno de los tópicos sobre los que la mandataria volvió en todo momento de la entrevista con el canal C5N: “No se puede llevar la mitad de tu salario la luz y el gas. Nadie puede vivir para que el 50 por ciento de su salario se vaya en pagar el gas”, advirtió. Remarcó que, al ocurrir algo así, o bien la tarifa es muy alta o bien el salario es muy bajo. Y le dedicó una respuesta al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien había asegurado que en el sur del país “la gente andaba en remera porque era prácticamente gratis el servicio”.

La ex presidenta sostuvo que se mantiene la calefacción prendida en el sur “no porque estés en remera. En Santa Cruz se deja la calefacción para que no se congelen las cañerías y te revienten”. “Si vivís en Capital Federal y vas a la nieve sólo cuando vas a esquiar, pensás que esta gente con un chocolate ya entra en calor”, lo cuestionó.

- Oposición. La ex presidenta se mostró más cautelosa a la hora de hablar de otros sectores del peronismo. “Hay un rol que tiene que cumplir el Parlamento. Es un gobierno que tiene que durar cuatro años”, afirmó. “La oposición tiene que cumplir su rol, que no significa obstruir, que fue lo que nos hicieron a nosotros. Quiero recordar a aquel Grupo A y cuando no tuvimos Presupuesto porque no nos lo aprobaron”, dijo.

“Están faltando ideas. No es un problema de que falte oposición. Hay que plantear ideas que puedan persuadir al conjunto de la sociedad de que el rumbo no es el acertado. Falta una idea de cómo plantear una alternativa”, indicó CFK, sin referirse en particular a las posiciones de los distintos sectores del peronismo.

“Esto que está pasando en la Argentina no es nuevo. Estas políticas han sido aplicadas en el país con un resultado malo”, remarcó. “Alguno cree que con la teoría del shock podía cambiar algo. Pero no lo están haciendo en una dirección que beneficie a la mayor cantidad de gente posible”, indicó.

También aclaró que no viajó a la Capital por cuestiones judiciales. “No vine por lo de (el juez Claudio) Bonadio, porque está apelado. Tengo una vida personal, una hija que vive en Buenos Aires y cumple 26 años el miércoles. Tengo reuniones políticas.” Y agregó que quería “palpar el clima de la calle” con sus propios ojos y oídos. “Hay una percepción de que las cosas no están bien. No me pone contenta. Me pone triste”, aseguró. “Uno tenía la percepción de que podían revertirse algunas cosas, porque pensaban diferente. La verdad que no pensé que fuera de esta manera, tan rápido y con tal impacto sobre la vida de los argentinos. El tarifazo ha sido monstruoso”, insistió.

“Hay decisiones que el Gobierno debería reverlas. Porque les está yendo mal a los sectores medios, que tuvieron un auge muy importante (durante la década pasada). Es realmente una pena.” Luego señaló: “Creer que los doce años fueron una fantasía es muy difícil... Lo que se está haciendo va en una dirección que no está favoreciendo a las mayorías”.