EL PAíS
Ineficientes o encubridores
Por Raúl Kollmann
El fiscal Jorge Sica deberá definir también la situación de los policías que revistaban en la comisaría de Villa Trujuy, quienes recibieron los llamados de los vecinos alertando sobre los gritos de Axel y no hicieron nada. Ni siquiera concurrieron al lugar. El caso estaba en manos del fiscal Adrián Landini, de Mercedes, pero éste se lo envió a Sica por considerar que todos los hechos están muy relacionados. Fuentes de la fiscalía sostienen que Sica podría pedir su procesamiento por incumplimiento de los deberes de funcionario público, lo que traducido al idioma de la calle significaría ineficiencia, o bien podría acusar a los policías por encubrimiento, lo que implica que eran cómplices de la banda y que había una zona liberada, al menos para el negocio de los autos robados.
Entre esas dos opciones, se dice que Sica está más cerca de la primera calificación que de la segunda, porque si les imputa encubrimiento debería probar que los policías sabían lo que estaba ocurriendo. En el barrio, es un secreto a voces que la zona era un enorme desarmadero de autos, al punto que cuando se produjo el primer allanamiento, se vio a varias personas, en los alrededores, quemando autos, lo que indica que eran robados. Ese panorama demuestra que había una zona liberada, al menos para el desarmado de coches. También los vecinos sostienen que en las casillas se vendía marihuana y cocaína, lo que también tendría la cobertura de la seccional.
En el medio del caso hay una controversia: la Policía Federal acusa a Sica de hacer la vista gorda ante los delitos de la Bonaerense y, en cambio, le imputa delitos injustamente a la Federal, además de marginarla de los casos. Justamente por eso, no acusaría en serio al personal de la comisaría de Villa Trujuy. En la fiscalía, por el contrario, sostienen que eso no es así y que Sica trabaja por igual con las distintas fuerzas.