EL PAíS
Blumberg entendió mal
El presbítero Eduardo De la Serna, de la diócesis de Quilmes, difundió una declaración en la que sostiene que la sociedad se conmovió con Blumberg, pero “este padre pareció entender mal. Era graduado en dolor y se creyó licenciado en seguridad, legislación y experto en funcionamiento de los poderes de la República”. Ahora “los medios nos inundaron con otro caso sanisidrense” y otra “licenciada en dolor, una vez más, se creyó experta en poderes de la república”.
Añade que “en la clase media residual muchos no saben que existe un mundo afuera, no saben del dolor, o de la lucha por la vida de los otros” y “nada se los escucha decir de los otros dramas. De la solidaridad con ellos. Si en Torcuato un menor es secuestrado dos meses para trabajo esclavo, nada se escucha decir a Blumberg o a la censora sanisidrense; si un menor de dos años parece secuestrado y se encuentra dos días más tarde muerto en el Arroyo Las Piedras, en Solano, tampoco nadie dice nada (tampoco los medios, si de intensidad hablamos); por no hablar de los 28 años que llevan secuestrados los más de 200 menores nacidos en cautiverio y que todavía hoy ignoran todo sobre ellos y sus vidas. Sobre esto, nada dicen; o peor, nos insultan y ofenden a los que pretendemos mantener viva la memoria, haciendo referencia al Museo de la Memoria”.
Aunque “me rebelan los secuestros y todo negociado con la vida humana, no le doy ningún derecho a Blumberg ni a la madre de Nicolás para hablar en mi nombre. Solidario con su dolor, no soy para nada solidario con sus causas. No firmé el petitorio Blumberg ni pienso ponerme nada negro el día en que la señora lo pide. Porque ella no se puso pañuelos blancos los jueves, porque ella no sabe distinguir el poder ejecutivo del legislativo (igual que Blumberg, lo que invita a pensarlos en el grupo de los defensores de dictaduras, que jamás lo hicieron; porque de ser demócratas sabrían claramente la diferencia), y porque ella habla mucho de ponerse de rodillas pero nunca parece haberse puesto de rodillas ante los pobres de la patria. Esos que llevan siglos secuestrados, con hijos secuestrados, trabajo secuestrado, salud secuestrada y futuro secuestrado. Y lamento creer que en este caso, ella está del lado de los secuestradores”.