EL PAíS › UNA ENCUESTA ENTRE LOS QUE FUERON A LA MARCHA
Perfil de la “gente común”
Creen que Blumberg y Garnil deberían entrar en política, votan a Patti, Carrió, Macri y a López Murphy, se identifican con los medios más conservadores o amarillistas, se definen como “gente común” que no tiene mucho que hablar “con los políticos”. Este perfil de los que acudieron a la marcha convocada por Juan Carlos Blumberg este jueves surge de una rápida encuesta realizada por la Fundación Diagonal Sur en la misma Plaza del Congreso durante la concentración.
La fundación que dirigen Carlos Borro y Carlos de Angelis entrevistó a 274 manifestantes usando una técnica coincidental con preguntas cerradas, abiertas y de opciones prefijadas. Luis Patti, “ninguno” y Elisa Carrió, aparecieron empatados cuando se preguntó sobre qué figura se preocupa más por la inseguridad. Mauricio Macri, con un 15 por ciento y López Murphy con un 12 fueron los siguientes colocados, mientras que figuras en el poder –Néstor Kirch-
ner, Felipe Solá, Aníbal Fernández y León Arslanian– resultaron para los manifestantes poco confiables en este tema.
Previsiblemente, una mayoría del 38 por ciento explicó su presencia en la plaza porque “la gente común debe participar en las decisiones del país”, mientras que un porcentaje muy similar dijo que “se debe reclamar soluciones a los poderes políticos. Apenas un 12 por ciento dijo estar ahí por haber sido víctima de la inseguridad o tener un pariente o conocido que lo fue. Y un 18 por ciento concurrió por pensar que los derechos humanos “no son sólo para los delincuentes.”
La mitad de los encuestados culpó a “la falta de interés de los políticos” por la inseguridad, mientras que un 39 por ciento piensa que es por su “falta de capacidad”. Un 27 por ciento culpó a la “complicidad entre la policía y la política” y un 14 al Poder Judicial. Un ínfimo 4 por ciento dijo que el problema es la incapacidad de la policía, igual que el porcentaje que opinó que el problema es la falta de leyes.
Aquí aparece una contradicción, porque al preguntarse qué hay que hacer para solucionar el problema, todo el mundo habló de leyes: un 14 por ciento dijo que hay que cambiarlas, otro 14 de cambiar el sistema judicial y otro de poner penas más duras. Empatados en un 12, la gente opinó que hace falta más policía, y que hay que capacitarla más. Un seis por ciento cree que todo se soluciona con la pena de muerte, mientras que un 2 dijo que la solución son “más marchas”.