EL PAíS
El irregular “caso Santiaguito”
–¿Cómo encuadra el “caso Santiaguito”? ¿Secuestro extorsivo?
–Es un hecho sumamente delicado y atípico. Se investiga un secuestro extorsivo pero con una característica peculiar: el chico vivía en una casa contigua y pasaba buena parte del tiempo en la casa de los que resultaron sus captores y que le dieron muerte.
–Los padres cuestionaron que no hubo allanamiento a tiempo. ¿Por qué no se allanó si los fiscales federales están autorizados a hacerlo?
–En un primer momento ni la propia familia podía imaginar siquiera esta monstruosidad. El cuadro que se le presentaba a la policía era de relación armónica entre vecinos al punto de que había un vínculo estrecho entre los chicos. No había nada por sospechar. Las sospechas fueron posteriores. Yo no puedo evaluar si se pudo haber allanado antes porque la dirección de la investigación no es de la policía sino del fiscal.
–Usted acusó a Blumberg de “inducir al error” a la familia de Santiaguito con una “finalidad personal, política, de figuración”.
–Muchas veces me siento en la obligación de salir al cruce y poner las cosas en su lugar. No se pueden consentir afirmaciones ligeras, imputaciones o que se pretenda desconocer la labor seria. En este caso me vi en la obligación de contestarle a Blumberg y defender a la policía que había trabajado de manera muy eficiente. Si no defiendo yo mi territorio ¿quién lo defiende? ¿Los medios, que no dicen nada de los logros y sólo hablan de las peores noticias de los múltiples delitos que pueden existir?