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En el Banco Central creen que la situación de Ricardo Branda se vuelve cada vez más complicada. Su procesamiento en la causa por las supuestas coimas en el Senado conmocionó a sus colegas en el directorio. Distintos directores reiteraron ayer a Página/12 que la posición de Branda “es insostenible” y se espera una señal del más alto nivel político para tomar alguna decisión.
Ayer, Martín Redrado intentó calmar los ánimos de algunos miembros del directorio que querían discutir la situación de Branda durante la habitual reunión de los jueves. Puso paños fríos a la situación en distintos diálogos mano a mano con algunos directores.
La Carta Orgánica del Banco Central no prevé sanciones en caso de que algún director sea procesado por el Poder Judicial. Ese es, precisamente, el argumento de Branda para quedarse en su sillón. No obstante, varios directores admitieron que la situación política aparece como muy difícil porque Branda fue involucrado en una causa emblemática de corrupción. En ese sentido, los funcionarios creen que la cuestión podría definirse en los próximos días.
“Existe un estado deliberativo pocas veces visto. La mayoría quiere despegarse de esta situación incómoda y dejar a salvo la honorabilidad de la institución”, comentó un director a este diario.
Los funcionarios que manejan el Central tienen la facultad de apartar a Branda de su cargo jerárquico –Branda es vicepresidente segundo de la autoridad monetaria–, pero no para destituirlo como director. Ese proceso debería iniciarlo el Poder Ejecutivo y definirlo una comisión especial en el Senado. Así sucedió cuando fue destituido Pedro Pou en el año 2001.