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“¿Tiene sentido que los radicales terminemos facilitando la aprobación de cambios en la Ley de Subversión Económica, si el Presidente termina renunciando el próximo lunes?”, se preguntó en voz alta un legislador de la UCR en la reunión que ayer mantuvo su bloque. Era la señal que hacía falta para exorcizar algunas de las muchas versiones que circularon por el Congreso. A grandes rasgos afirmaba que “el próximo lunes en la reunión de gobernadores en Santa Rosa, La Pampa, Eduardo Duhalde presentaría su renuncia. Allí mismo se acordaría que el reemplazante fuera el gobernador pampeano, Rubén Marín, y que convocaría a elecciones para todos los cargos”. Lo que se dice una bomba. A esa altura ningún escenario aparecía descabellado. Sin darle más entidad que el de un rumor, los diputados radicales lo tuvieron en cuenta. Si se trata de un apriete del gobierno para que la UCR vote la ley de subversión económica, o si la movida es un intento de presión de los senadores oficialistas para que los diputados dejen en pie la derogación de la norma, eran preguntas que no encontraban respuestas.