Lo comenta un remisero. Lo observa una vecina. Ahí están las camionetas. Blancas, último modelo. Forman una inmensa flota frente al hotel y salón de usos múltiples que tiene Repsol en pleno Las Heras. La aparición de los vehículos expresa otra vuelta: el regreso al trabajo. El paulatino retorno de la producción petrolera, uno de los negocios más rentables del país. Además de la reaparición de las pick-ups (que las empresas usan para recorrer los pozos), vuelven también los colectivos y las Trafic. Allí viajan los petroleros. Los vecinos del pueblo difícilmente los ven pasar. Pero conocen de memoria lo que hacen.

Es un procedimiento de rutina. Luego de una medida de fuerza, sobre todo si se paró la producción, hay que revisar todo. “En invierno si se para el bombeo y la extracción es posible que el crudo se congele. Porque se detiene el gas con que se lo calienta, son como las serpentinas de un calefón. Cuando se congela se lo trata con parafina, agua caliente y mangueras de alta presión. Esta vez fue en verano y no hubo tantos problemas”, explica Ramón Iribarne, dueño del hotel Provincia y, como casi todos en Las Heras, un experto en el mundo de la producción petrolera. Pero el regreso al trabajo no es igual al de otros años. “Volvió todo a la normalidad, pero no estamos acostumbrados a trabajar rodeados por la policía y la Gendarmería. La gente está muy inquieta. Acá en el pueblo andan en helicópteros de noche. El campo está rodeado de Gendarmería y en el pueblo andan por todos lados”, dice Luis Guineo, obrero perforador de la empresa Bolland. El cambio es muy fuerte. Lo ilustra un dato: muchos vecinos caminan hasta la ruta donde está estacionado un helicóptero de Gendarmería sólo para sacarle fotos. Pero en la ruta no sólo hay vecinos curiosos. Ahora también hay policías del Grupo de Operaciones Especiales, que paran autos, pidiendo documentos y revisando baúles. Buscan armas.

Los comerciantes están contentos. Tienen a los gendarmes, que gastan, y la producción de crudo volvió a ponerse en marcha. De eso viven casi todos.