El obispo emérito de Morón, Justo Laguna, afirmó ayer que el fallecido cardenal Raúl Francisco Primatesta “era hombre de jugarse poco” y cuestionó su desempeño durante la dictadura militar. El prelado dijo que Primatesta “nunca tomó una posición demasiado clara” respecto del asesinato del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli, el 4 de agosto de 1976. “No digo que rehusó tomar una posición respecto de ese acontecimiento, porque no lo sé”, aclaró Laguna, pero sostuvo que le llamó la atención porque había sido obispo suyo en Córdoba y luego el propio Primatesta “lo mandó a La Rioja”. El obispo emérito de Morón calificó, además, como “lamentable” la acción de Primatesta cuando estuvo al frente de la Pastoral Social del Episcopado y recordó que “mucha gente renunció” a participar en ese ámbito bajo su dirección. “De cualquier manera, le rindo un homenaje al cardenal, al que le debo mucho”, remató.