Al mismo tiempo que la Cámara de Diputados trataba su ingreso en el cuerpo, el ex subcomisario Luis Abelardo Patti encabezó un acto de simpatizantes “autoconvocados” en Escobar en el que atacó al Gobierno, a la clase política y a los organismos de derechos humanos que participaron activamente en su impugnación. “Los derechos humanos en la Argentina son un partido político de izquierda y eso hay que decirlo”, afirmó.

Desde antes, Patti había resuelto que no haría su descargo en el recinto sino que lo lanzaría en una tribuna más favorable en su distrito, Escobar, del que fue intendente. “Tenemos que defender el derecho del voto, eso es defender la Constitución nacional”, dijo, justamente, quien luego fue impugnado por su actuación como represor durante la dictadura militar.

Para los únicos que tuvo elogios fue para el ex presidente Raúl Alfonsín y al PRO de Mauricio Macri, quienes defendieron su derecho a acceder al Congreso argumentando que así lo había resuelto la voluntad popular. Para ellos, reformuló la figura de “sacarse el sombrero” a la jerga policial. “Me saco la gorra ante el doctor Alfonsín, me saco la gorra ante el PRO”, sostuvo anoche Patti.

Respecto de sus impugnadores, el represor dijo que “se llenan la boca hablando de los derechos humanos pero sólo si piensan como ellos, si no ni justicia ni derechos”. Además consideró “despreciables, cobardes y faltos de coraje a quienes votan por obediencia” en su contra en la Cámara. De campera azul y blanca y camisa, Patti habló ante un grupo de seguidores que lo aplaudió con entusiasmo. “¿Dónde está el contrato moral del ARI?”, se preguntó el represor. Casi a la misma hora que hablaba, la líder de esa agrupación, Elisa Carrió, argumentaba los motivos por los que su partido votaría en contra de su llegada al Congreso.

Obviamente, Patti le dedicó un párrafo al Gobierno y se refirió al acto del 25 de Mayo. “Acá se habla de reelección, de la plaza del 25 de Mayo, pero nadie habla de los chicos que se mueren de desnutrición y por la droga”, agregó. También dijo que “el presidente Kirchner convoca a la Plaza y espera reunir a 100 mil personas, pero por otro lado a 400 mil personas les dice que no, que su voto no vale”, afirmó, en referencia a los sufragios que cosechó en las elecciones de octubre.