Es raro pero es así. La cuestión desvela más a los periodistas que a los asambleístas de Gualeguaychú. ¿Cómo afectará el resultado de la elección al conflicto por las papeleras? ¿El gobernador electo mantendrá el apoyo a la asamblea ambiental y evitará reprimir los cortes de puentes? Son preguntas que no parecen preocupar demasiado a los entrerrianos que conviven, orilla de por medio, con las pruebas hidráulicas de la planta de Botnia. La razón es simple. Los vecinos aseguran que la crisis con Uruguay llegó a un nivel tan alto que ya no piensan en diciembre, cuando asumirá el nuevo mandatario provincial, sino en las semanas próximas. Y tampoco creen en que Sergio Urribarri vaya a tener un papel importante en la negociación. “Al intendente y al gobernador esto ya se les fue de las manos. Los únicos que pueden solucionar esto de forma razonable, racional y pacífica son Tabaré y Kirchner”, advierte Daniel Pérez Molenberg, tesorero de la asamblea ambiental de Gualeguaychú.

En eso hay consenso. Los asambleístas no tienen demasiadas expectativas en la mediación del flamante gobernador. “Estamos en el ojo de la tormenta y las nuevas autoridades van a asumir en diciembre. De acá a diciembre vamos a estar en un abismo”, afirma Gustavo Rivollier.

Quizás experimentados por los rigores de un conflicto internacional, los ambientalistas no parecen darles tanta importancia a los cambios políticos locales. Saben que el conflicto no es vivido como propio en otras partes de la provincia y creen que los candidatos reclamaron a coro la relocalización de la pastera para no enemistarse con los 78 mil votantes de Gualeguaychú.

Antes de los comicios, sin embargo, algunos diferenciaban a Emilio Martínez Garbino, el candidato de la Concertación Entrerriana, quien como ex intendente de Gualeguaychú fue uno de los pioneros en la denuncia de la contaminación. Así y todo, los ambientalistas advierten que no delegarán su reclamo en una persona. “Gualeguaychú no va a depender de la decisión de un funcionario. Esta lucha se gana entre todos”, dice Pérez Molenberg.

Esa posición explica por qué los ambientalistas de Concordia y Colón decidieron cortar los puentes binacionales el fin de semana; con un cronograma limitado para no entorpecer el trabajo de la Gendarmería, las dos ciudades mantuvieron bloqueados los pasos fronterizos. Gualeguaychú siguió con el corte que mantiene en forma ininterrumpida desde noviembre. Ni siquiera los comicios hicieron levantar la protesta.

En la campaña, el conflicto por las papeleras estuvo presente en la agenda aunque no ocupó un espacio primordial. Los candidatos se concentraron en la deuda de la provincia con la Nación, en la necesidad de que se incorporen al básico los aumentos que recibieron los docentes, en la inseguridad y las obras públicas. Entre todos estos temas, también se debatió qué hacer ante el conflicto por la instalación de Botnia en Fray Bentos. Con matices, los cuatro principales candidatos se manifestaron a favor del reclamo de los asambleístas. Todos coincidieron en que la planta de Botnia debe relocalizarse y se expresaron en contra de aceptar un monitoreo conjunto.

El gobernador electo Sergio Urribarri sostuvo en la campaña la necesidad de fomentar un “desarrollo sustentable”. En su primer discurso, anoche, envió un mensaje conciliatorio: “El diálogo es el único camino”.