“En París, Amsterdam, como en ciudades de Rusia y Sudáfrica, hemos intervenido en mediación por problemas del mismo orden que los que se plantean en el Rosedal”, dijo a este diario Marisa Arienza, encargada de misión en la Argentina de la entidad Green Cross, que internacionalmente preside el ex presidente soviético y Premio Nobel de la Paz Mijail Gorbachov.

“En estos temas surgen posiciones muy extremas porque se juegan conceptos de bien y de mal que no siempre se presentan en otros conflictos. Tratamos de que cada parte logre una mirada sobre el otro que rompa con esa dicotomía. Procuramos que las personas que, desgraciadamente, deben ejercer un trabajo para el que en general no hay elección, lo puedan hacer en un marco de seguridad que, a la vez, contemple los límites para no dañar a personas que no debieran estar expuestas. Especialmente se trata de proteger a los menores de edad en términos de su maduración, lo cual no implica ninguna valoración negativa: así como los papás no tienen relaciones delante de los niños, también la sociedad debe protegerlos de situaciones que puedan resultarles chocantes”, explicó Arienza.