–¿El postulado de enfriar la economía no tiene un sesgo poco progresista si se piensa en que se trata básicamente de desalentar el consumo?

–En realidad, lo que nosotros queremos señalar es que este crecimiento es insostenible en el largo plazo y por eso es necesario moderarlo. Una forma es moderando la demanda.

–¿Y eso se logra limitando la recomposición salarial, por caso?

–No necesariamente. Pero hay que decirle a la gente la verdad: que lo que hoy consume con su tarjeta mañana lo va a pagar. Esto significa que el crecimiento del consumo actual en algún momento se va a acabar y los que hoy se benefician tendrán que pagar luego el costo de ese parate. No es posible mantener en el largo plazo la brecha entre la demanda y el crecimiento de la industria. Eso implica inflación.

–¿Por qué cuestiona la reestructuración de la deuda?

–Porque se promociona una quita superior al 70 por ciento cuando, en realidad, el recorte promedio no supera el 30 y en el algunos bonos, como los que tienen cupones ligados al crecimiento del PBI, la quita es nula.