ESPECTáCULOS › CUTI Y ROBERTO CARABAJAL MUSICALIZARON EL “MARTIN FIERRO”
“Es una obra que suena a música”
Desde el año pasado, el dúo viene mostrando en escuelas su versión musical del clásico gauchesco. Ahora lo harán sonar en el Astral.
Por Karina Micheletto
En el caserón de Once en el que vive Roberto Carabajal hay una vitrina con una cantidad de cuadros, placas, mates, estatuillas grabadas. Son recuerdos que recibieron en las distintas escuelas del país que él y Cuti Carabajal, su tío y compañero de ruta, recorrieron durante todo este año y el pasado, con su versión del Martín Fierro musicalizado. Un proyecto que abarca no sólo la presentación de los pasajes compuestos por el dúo, sino también la participación de alumnos, maestros y padres en la puesta en escena y la danza. En un alto en la gira por las escuelas, que esperan continuar este año, el dúo se presentará hoy y el próximo miércoles 16 en el teatro Astral, a las 20.30, en el espectáculo Argentina vale la pena, junto a Zamba Quipildor. Como invitado estará el guitarrista Ricardo Domínguez, encargado de los arreglos del Martín Fierro, y la danza estará a cargo de los ballets Nehuén y Romance de Zamba, y de la pareja de baile de Roberto Llanos y María de los Angeles.
El Martín Fierro versión Carabajal está dividido en dos partes, la ida y la vuelta. No es la primera vez que se musicaliza la obra, pero el dúo lo hace sobre una variedad de ritmos que superan el paisaje de la pampa. Los textos de José Hernández se transforman en milongas, chamamés, gatos y bailecitos. Y, por supuesto, en chacareras, la especialidad de una formación de estirpe santiagueña. “Si uno lee con atención el Martín Fierro, advierte que puede estar relacionado con muchos ritmos, suena a música. Hay pasajes muy pícaros, por ejemplo, que tuvimos ganas de transformar en un escondido”, explican ellos. “Es un modo de hacer que la obra sea verdaderamente didáctica, que pueda llegar a los chicos con diferentes ritmos.” El disco es una producción independiente, bellamente ilustrada por Rodolfo Capodónico, que todavía ninguna compañía se interesó por editar y distribuir, y por el momento es repartida sólo en las escuelas.
–¿Cómo se les ocurrió musicalizar el Martín Fierro?
Cuti: –En 2000 la Secretaría de Cultura invitó a muchos folkloristas a una reunión de gala. Pacho O’Donnell, secretario de Cultura, nos regaló un Martín Fierro ilustrado. A mí me llamó la atención porque nunca había tenido una edición tan lujosa, y lo empecé a leer de nuevo. Leyendo mientras tomaba mate con mi familia, me empezó a salir una melodía. Mi esposa lo escuchó y dijo “qué hermoso, ¿de quién es?” Armé el tema y empecé a tocarlo en reuniones de amigos. Le dije a Roberto que sería bueno hacer otros pasajes, hasta que me salió una chacarera del Viejo Vizcacha, y Roberto se prendió. Nos llevó casi un año seleccionar capítulos y adaptarlos. La idea es darles a los chicos un incentivo para que les pregunten a los padres, que tengan ganas de seguir leyendo.
Roberto: –Antes de eso, BMG nos había contratado por cuatro cintas, y llevábamos una sola grabada. Entonces armamos el Martín Fierro y se los llevamos listo para meter al horno. Pero ellos nos salieron con un “No nos interesa”. Dijimos “Ah, ¿sí? Está bien, ya la van a pagar”. Y armamos por nuestra cuenta un proyecto con las escuelas.
–¿Cuál es la propuesta que hacen a las escuelas?
C.: –Les sugerimos que los chicos hagan con los maestros un trabajo previo, para que conozcan la obra y los ritmos, y los puedan bailar. Lo interesante es que cuando fuimos a las escuelas siempre nos sorprendimos con los resultados, siempre superaron nuestras expectativas.
R.: –La única condición que ponemos es que nos compren cien discos, y después hacen lo que quieran, repartirlos o venderlos, o cobrar una entrada para recaudar fondos, lo que se les ocurra. Arrancamos en abril del año pasado e hicimos más de 200 escuelas, y este año 30.
–¿La obra era conocida o era un descubrimiento para los chicos?
R.: –Creo que la mayoría lo estaba escuchando por primera vez cuando les mandábamos el disco. Fue muy emocionante ver las ganas de conocer laobra, encontrarnos con chicos cantándo y bailando. Y la forma en que éramos tratados. En Elortondo, Santa Fe, nos fueron a recibir con sulkies, gauchos a caballo, agrupaciones con banderas. Era mucho.
–¿Qué cosas dice el Martín Fierro en la Argentina del 2002?
R.: –Está vigente. Habla de lo que nos pasa, algo que uno empieza a notar cuando ya vivió sus años. Es increíble, pasaron años, gobiernos, adelantos tecnológicos que parecen haber cambiado el paisaje, pero obras como la de Hernández nos hablan de las cosas esenciales. Y está el Viejo Vizcacha, que dio tantos consejos que parecen haber sido muy tenidos en cuenta en este país.