SOCIEDAD
La investigación de las proteínas, con el Premio Nobel de Química
Tres investigadores (un norteamericano, un japonés y un suizo) zrecibieron el Nobel de Química por sus desarrollos de métodos de identificación y análisis estructural de las proteínas.
Por Leonardo Moledo
Medicina, Física, Química, Economía, Literatura, Paz: la cadencia de los premios Nobel marca el ritmo de la semana. Hoy, Química (además de Economía): la mitad para John Fenn (norteamericano, 85 años, Universidad de Virginia) y Koichi Tanaka (43 años, japonés, Corporación Shimadzu de Kyoto), la otra mitad para Kurt Wuethrich (64 años, suizo, Instituto Federal de Tecnología en Zurich), unidos por una temática común: el desarrollo de métodos de identificación y análisis estructural de grandes moléculas biológicas. Las técnicas desarrolladas por Fenn, Tanaka y Wuethrich ampliaron (y en cierta forma abrieron) el campo de la investigación de las proteínas, la proteómica, que pretende explicar la estructura y la función de las proteínas humanas. Estas moléculas desempeñan todas las tareas del cuerpo, forman huesos y músculos, guían el crecimiento y el desarrollo del óvulo a organismo completo. Los laureados lograron descifrar la composición y estructura de moléculas biológicas intactas.
La técnica de espectroscopía de masas era un importante método de análisis que permitía identificar a una sustancia dentro de una muestra simplemente a través de su masa, era (y es) utilizado en todos los laboratorios del mundo; el método, cuya invención se remonta a fines del siglo XIX, y produjo ya varios premios Nobel durante el siglo XX (Ureey, 1934, por el descubrimiento del deuterio, Curl, Kroto y Smalley en 1996, por trabajos relacionados con el carbono).
Ahora, bien: la espectrografía de masas estaba confinada a moléculas de tamaño pequeño o medio; los trabajos del primer par de galardonados permitieron extenderlo a las grandes moléculas biológicas. Tanto Fenn como Tanaka encontraron la manera de aplicarlo a moléculas más grandes, utilizando una variante química del antiguo “divide y reinarás”, separando la muestra en iones capaces de encajar en el rango que acepta el espectrógrafo de masas. El sistema de Fenn consiste en pulverizar la muestra mediante un campo eléctrico para producir pequeños iones (moléculas cargadas). Tanaka, por su parte, produjo iones aceptables usando un láser. Resultado: medio Premio Nobel.
“Estoy muy contenta y al mismo tiempo agradecida”, dice la doctora en química Rosa Errabalsells del Laboratorio de Química Orgánica de la Facultad de Ciencia Exactas y Naturales de la UBA, que trabajó con Tanaka, en Japón, entre 1998 y 1999. “Es algo muy especial para mí. No es cosa de todos los días haber trabajado con alguien que después gana el Premio Nobel. La técnica que Tanaka desarrolló no era conocida en el país y yo tuve la suerte de aprenderla de él, y traerla a la Argentina.”
La segunda mitad del Premio Nobel de ayer, Wuethrich, también gira alrededor de la adaptación de un método conocido (la resonancia magnética nuclear) al estudio de las proteínas. “Los espectros que producía la resonancia magnética nuclear en el caso de las proteínas eran terriblemente complicados –afirmó Oscar Varela, director del Departamento de Química Orgánica de la FCEyN–, y él ordenó las cosas para poder distinguir las señales, y así establecer la forma, la distribución tridimensional de una molécula en una solución líquida. El trabajo de Wuethrich es importantísimo, y lo que me alegra es que últimamente están dando los premios Nobel a quienes realmente los merecen.”