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Alejandro Kuropatwa, un fetichista de la imagen

El fotógrafo que retrató con particular estilo a artistas tan diversos como Luciano Pavarotti, Cecilia Roth y Pata Villanueva murió ayer, a los 46 años. Desde mediados de los ‘90 era HIV positivo, enfermedad contra la que luchó con una envidiable dignidad artística.

Por Julieta Grosso *

El fotógrafo Alejandro Kuropatwa se hizo famoso por sus retratos de artistas y fue responsable del arte de tapa de discos de Charly García, Fito Páez y Virus –entre otros–, pero quedará en la historia del arte como un voyeur estilizado, un fetichista de las imágenes que fue encontrando en el camino. Murió ayer a la madrugada, como consecuencia de una infección provocada por el HIV, enfermedad que padecía desde hacía muchos años, y que en algún momento creyó controlada. “Estaba paranoico y ahora volví a creer en la vida. Sé que tengo que seguir, que tengo que hacer y proyectar cosas, por eso este deseo de compartir mi felicidad con la gente”, había afirmado Kuropatwa en abril de 1997, cuando lo dominaba un optimismo contagioso. El artista, de 46 años, debió ser internado hace algunas semanas en la Clínica Sagrada Familia, a raíz de un cuadro infeccioso que no logró revertir con el correr de los días.
Dueño de un estilo y una impronta especial, la obra de Kuropatwa fue expuesta a lo largo de los años dentro y fuera del país, y publicada en renombradas revistas internacionales como Art News y Harpers Bazaar. Kuropatwa pudo haber afirmado alguna vez, como Gustave Flaubert, “Madame Bovary soy yo”: pocos fotógrafos como él han sido tan autorreferenciales, tan presentes en cada foto aunque fuese de modo tácito. Hay que reconocer, sin embargo, su capacidad para extrapolar el ego de la obsesiva precisión estética de sus tomas. El fotógrafo era de los que no temía situarse delante de la lente. Nada en sus obras era dejado al azar o al hallazgo fortuito: para él, cada foto era un manifiesto de su voluntad expresiva y de sus búsquedas de técnicas personales. Kuropatwa siempre fue renuente a la digitalización, en él prevalecía un continuo deleite por los aspectos artesanales y la interacción con los modelos.
Nacido en Buenos Aires en 1956, Kuropatwa estudió entre 1974 y 1977 artes plásticas en el taller de Jorge Demirjian, y en 1978 se acercó al estudio del dibujante Oscar Smoje. Entre 1979 y 1982 estudió en el Fashion Institute of Technology de Nueva York y cursó en la Parsons School of Design entre 1982 y 1985, hasta obtener el Master of Fine Arts con la especialización en fotografía. Por esos años frecuentó también el estudio del prestigioso fotógrafo Steve Manville y viajó a Alemania e Italia para realizar producciones para distintas revistas. Hacia mediados de los ‘80, Kuropatwa instaló su estudio en Buenos Aires, donde se especializó en fotografía publicitaria y retratos de artistas. Frente a la cámara del artista pasaron desde María Luisa Bemberg hasta Luciano Pavarotti, pasando por Guillermo Kuitca, Cecilia Roth, Pata Villanueva y Batato Barea. En estos retratos a personalidades, Kuropatwa logró conjugar la visión personal con la iconografía previa: fue en esta tensión entre lo que el público creía conocer y la revelación sorpresiva donde instalaba otro motivo de fascinación. Su última exposición fue inaugurada el 18 de junio de 2002 en el Museo Nacional de Bellas Artes, que le dedicó en aquella ocasión una antología integrada por 120 fotografías de todas las épocas.

* De la Agencia Télam.

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Kuropatwa era dueño de una obra que fue publicada por las más renombradas revistas internacionales.
 
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